29 junio 2020

Arias alienígenas


En la película El quinto elemento (Le Cinquième Élément, 1997), dirigida por Luc Besson, hay una conocida escena en que una diva extraterrestre de color azul canta un aria de Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti, seguida de otra canción llamada The Diva Dance, creada por el compositor francés Éric Serra.

Este aria fue compuesta adrede para que fuera incantable por ninguna voz humana, ya que está formada por saltos bruscos de notas de una y hasta dos octavas y de staccatos muy bruscos y rápidos que la convierten en un verdadero infierno. ¡Reíos del aria de la Reina de la Noche, de La flauta mágica, de Mozart!

De hecho, la cantante que aparece en la película no canta realmente toda el aria, ya que está ayudada por el ordenador. Hasta hace muy poco se consideraba incantable, aunque algunas (y algún) valiente han hecho méritos notorios.

Tal es el caso de la cantante china Jane Zhang o del cantante kazajo Dimash Kudaibergen, que se acercan bastante, aunque acaban interpretando una versión ligeramente modificada del aria o bien esta suena un poco rara en su fragmento más difícil, no llegando a conseguirlo plenamente.

En fin, que de momento nos tendremos que contentar con las cacofónicas arias klingon de Aktuh and Melota (Star Trek) o las supuestamente excelentes arias de las óperas centauri, de Dorva y Trantaro (Babylon 5).


26 junio 2020

Tras la larga espera


Tras una larga espera que ha durado décadas y un montón de intentos infructuosos, parece ser que, esta vez sí, vamos a poder ver en la pequeña pantalla el mundo de la Fundación de Isaac Asimov, en el centenario de su nacimiento, aunque se estrenará de hecho el año que viene, en Apple TV+.

La Fundación se serializó como un conjunto de relatos en la revista norteamericana Astounding, dirigida por John W. Campbell en el año 1942 y ha sido considerada en multitud de ocasiones como la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos.

A lo largo de los años, muchos han intentado llevar la Fundación al cine, sin éxito. La verdad es que creo que esta obra admite mejor un formato de serie de TV o de serie de películas. Finalmente, ha sido lo primero.

Apple TV+ empezó a producir la serie, pero tuvo que interrumpirla debido al covid-19. Ahora, parece que la cosa sigue avanzando por buen camino y el año que viene podremos saborear esta serie que, espero no haga removerse en su tumba a Isaac Asimov.

De momento hemos podido disfrutar de un trailer de la serie y hemos podido verle la cara al actor que encarnará al mítico Hari Seldon y parece que pinta bastante bien. Se trata de Jared Harris, hijo de Richard Harris, a quien pudimos ver en la serie Chernobyl o en la excelente interpretación del papel del rey Jorge VI en The Crown o en la serie de ciencia ficción The Expanse.

Ahora vamos por lo que no me gusta. No acabo de entender qué pinta una mujer en el papel de Eto Demerzel y más sabiendo quién es realmente Eto Demerzel (no haré spoilers). Es como si Juana de Arco lo interpretase un hombre, aunque, claro, dada la “naturaleza” del personaje, podría ser cualquiera.

U otra mujer en el papel de Gaal Dornick, aunque en este caso es más aceptable argumentalmente, ya que no tiene demasiada importancia.

Si querían poner mujeres, podían haber desarrollado el papel de Wanda Seldon, la hija adoptiva de Hari. O a Dors Venabili, la mujer de Hari, quien tiene su miga. Posteriormente, aparecen mujeres en puestos principales, como Arkady Darell o Bayta Darell o incluso Harla Branno, Bliss, Sura Novi o Delora Delarmi. Pero parece que había prisa por colocar roles femeninos en primera línea. Eso, o no saben si van a pasar de Fundación a los otros libros.

Pero, por favor, ¿Salvor Hardin una mujer? ¿Qué pretenden? ¿Levantar polémica? Es cierto que en el año 1942, los personajes principales de la ciencia ficción solían ser hombres y las cosas han cambiado, pero ¿ya estamos reescribiendo la historia otra vez? Esta vez, una historia ficticia, de acuerdo, pero almenos intentemos ser algo coherentes.

No sé. Estoy dispuesto a darle una oportunidad a la serie, pero creo que se han pasado con estos cambios. Simplemente, no los entiendo, aunque para la gente de fuera del fandom, supongo que esto serán consideraciones muy menores.



24 junio 2020

¿Quién teme al fin del mundo?


Leo en prensa que no sé qué día de estos se vuelve a acabar el mundo. ¡Qué manía con el fin del mundo, sapristi! ¿Es que los periodistas no tienen cosas más interesantes sobre las que especular?

Además, es bastante aburrido oír tonterías del fin del mundo, no ligadas a meteoritos o a otros desastres previsibles, naturales o artificiales, sino al final del calendario maya o del calendario hotentote. Sinceramente, cansa bastante.

No entiendo por qué el supuesto final de un calendario va a significar nada diferente a que se tengan que buscar un calendario un poco mayor o a hablar de un nuevo ciclo. Pero, ¿acabarse el mundo, literalmente? ¡Ya son ganas, de verdad!

Esto del fin de los tiempos es algo bastante antiguo. En Roma se explicaba la leyenda que cuando se fundó la ciudad, Remo divisó 6 águilas en el cielo, mientras que Rómulo, divisó 12. Ganó Rómulo, claro.

Lo curioso del caso para los romanos es que, según ellos, si el fundador de la ciudad hubiese sido Remo, como a cada águila la atribuían una duración de un siglo (un siculo, un ciclo, por cierto), Roma hubiese caído por las guerras púnicas, más o menos, cuando Aníbal campaba por sus anchas por la península itálica con sus ejércitos y sus elefantes, mientras que al haber sido Rómulo el fundador, Roma tuvo 600 años más de margen.

Todas las civilizaciones tienen sus historias del final de los tiempos. Lo que pasa es que algunos gobernantes procuran silenciarlas para evitar que la gente se ponga nerviosa y les corten el cuello a ellos, cuando se acerca el supuesto final.

Si Occidente ha tenido algo son ocasiones para llegar al final de los tiempos: la superpoblación, las armas de destrucción masiva, la contaminación, las pandemias, unas cuantas guerras devastadoras y ahora, el cambio climático.

Y por supuesto, siempre han estado en nómina las glaciaciones, los terremotos, los supervolcanes, las caídas de meteoritos y otras minucias por el estilo.

Así que no nos pongamos nerviosos y dejemos en paz a los mayas y a sus descendientes que ya bastantes problemas tienen y procuremos no ser nosotros quienes desatemos algún lamentabilísimo Armagedón.