14 enero 2009

Cuando los osos descubrieron el fuego / Terry Bisson

Interesante, aunque algo irregular libro de relatos de un desconocido Bisson (al menos en nuestro país) publicado en la colección Runas de Alianza Editorial. Contiene relatos que van desde lo exquisito, como los premiados "Cuando los osos descubrieron el fuego" o "Macs" hasta otros que bien podríamos relegar al olvido.

"Cuando los osos descubrieron el fuego", relato que da nombre a la recopilación, fue el ganador de los premios Hugo, Nebula y Locus y trata dos historias interrelacionadas: la soledad y el aislamiento de la vejez de una de las protagonistas, junto al descubrimiento del fuego por parte de los osos, hecho aceptado con total indiferencia por parte de la Humanidad.

Otro de los grandes relatos contenidos en este libro es "Macs", ganador de los premios Locus y Nebula y que trata acerca de una peculiar y espeluznante concepción de la venganza y de la pena de muerte.

Uno de mis favoritos es el curioso, aunque algo previsible, "El primer fuego", un relato de ciencia ficción antropológica, en la línea del "Los nueve mil millones de nombres de Dios" de Arthur C. Clarke, con un cierto toque a leyenda animista tribal.

También aparece la clásica temática del viaje por el tiempo, como en el interesante "Incidente en Oak Ridge", una historia ligada a la II Guerra Mundial y la proyecto Manhattan, o en la más intrascendente "Dos chicos del futuro", sobre una artista supuestamente genial que recibe la visita de unos compradores del futuro.

Otro relato que también va sobre el tiempo es el relato "10:07:24", una boutade corta acerca de la ciencia ficción y un universo en que el tiempo funciona de manera diferente a la del nuestro.

Y para acabar con los relatos temporales, los curiosos y bastante interesantes "Palabra de boy scout" y "No hay muertos". El primero, trata sobre la vida del último neanderthal y un estudioso que viaja al pasado para documentarlo. El segundo, sobre el fugaz paso de los años y sobre la posibilidad de recomenzar todo de nuevo.

Otro relato bastante impactante es "Necronautas", en el que un pintor ciego se verá trasladado al reino de los muertos mediante un sofisticado sistema tecnológico que le permitirá percibir una nueva realidad.

"La curva del muerto" es una revisitación al clásico relato de fantasmas de muertos en accidentes, con un toque de tuerca adicional y con el añadido de la búsqueda desesperada de aquello que se ha perdido.

En tono de denuncia social, encontramos los relatos "El rodillo" (sobre la indiferencia a la destrucción del medio ambiente) y "Dígales que la están jodiendo todos y se vayan a la mierda", sobre un peculiar mensaje extraterrestre que nadie parece querer entender, que va sobre el hacer oídos sordos a la realidad que no nos interesa, tema de rabiosa actualidad, por desgracia.

Con un toque humorístico, aunque sin demasiada relevancia están "Son todo carne", "El show de Joe" (un ligue masivo y simultáneo de una entidad estraterrestre con un montón de mujeres) y "Él quería a Lucy", que nos cuenta los problemas que puede acarrear enamorarse de un sistema de reconocimiento de voz demasiado avanzado.

En un plano más nostálgico tenemos "Canción auténtica de la Antigua Tierra", que trata sobre unos músicos ambulantes en una despoblada Tierra y "En esta Virginia, no", carente de elementos fantásticos, bastante en la línea de "Cuando los osos descubrieron el fuego".

Los tres restantes, en mi opinión, muy flojos: "En la Última Estancia", una especie de revisitación picante de Matrix, "El músico" y el, para mí, insoportable "Amoríos de oficina": debe ser deformación profesional, ya que soy informático.

En conclusión, un libro interesante, con buenos relatos, pero algo insatisfactorio por la flojedad de algunos de ellos. En cualquier caso, me alegro que las editoriales sigan atreviéndose a publicar libros de relatos y más, como es este caso, de autores desconocidos en nuestro país.