27 octubre 2006

Sueños nuevos por viejos / Mike Resnick

De vez en cuando, el mundo editorial nos depara alguna sorpresa agradable. Tal ha sido el caso de Alianza Editorial, que ha sacado al mercado una nueva colección, Runas, dedicada a la literatura fantástica y que de momento cuenta ya con cuatro títulos.

Uno de los primeros ha sido una recopilación de relatos de Mike Resnick, cosa muy interesante, ya que no abundan los libros de relatos en nuestro país -supongo que venden menos que las novelas mega-tocho- y además, nos permiten conocer a un interesante autor -Resnick- que da lo mejor de sí, en mi opinión, en las distancias cortas.

La selección de relatos es desigual. Por un lado, contiene algunas verdaderas joyas, como "Las cuarenta y tres dinastías de Antares", "Viajes con mis gatos", "Pues el cielo he tocado", "Prendas" o "Flores de estufa", éste último traducción un tanto discutible, ya que hubiese sido más adecuado "Flores de invernadero".

También hay relatos humorísticos, como "MacDonald tenía una granja", con mensaje de fondo. Asimismo, abundan los mestizajes: novela negra con fantasía y toques de humor en "El buhonero chino" o "La escoba enamorada" o simplemente surrealistas, como "Los elefantes de Neptuno".

Otro ejemplo de mestizaje es "El Kemosabee", una original y me atrevería a decir que única combinación de relato tipo western con toques de cultura judía en clave humorística. Realmente peculiar.

El libro contiene algunos de los relatos "africanos" del autor, entre los cuales también estaría "Pues el cielo he tocado", perteneciente al ciclo de Kirinaga, que espero que algún día se publique en castellano, "Mwalimu en el cuadrilátero" (una lucha imposible entre Idi Amín y Julius Nyerere, presidentes respectivos de Uganda y Tanzania) y "La lanza ardiente en el crepúsculo", sobre Jomo Keniata.

Me gustaría comentar especialmente los relatos que considero más destacados de esta antología.

Empezaremos con "El corredor del olvido" una especie de remake a "Flores para Algernon", de planteamiento muy similar aunque con una temática ligeramente diferente. El relato estaría muy bien de no ser porque recuerda demasiado al inolvidable "Flores para Algernon".

"Las cuarenta y tres dinastías de Antares" es uno de mis relatos favoritos y una de las flores de la antología. En un mundo olvidado, un guía turístico explica entre las ruinas pasajes de la gloriosa civilización que lo precedió a unos turistas terrestres -típicamente americanos- que pasan olímpicamente de todo y cuyo único interés es hacerse una foto, mostrando un total desprecio por las maravillas que están contemplando. Es una narración verdaderamente maravillosa y que podría haberse escrito tranquilamente en clave realista, ya que es de gran actualidad, ahora que tanto se habla del choque de civilizaciones.

"Viajes con mis gatos" es una tierna historia con componente fantástica hábilmente introducida que versa sobre el recuerdo y la memoria, sutilmente contado y de gran belleza. No en vano fue Premio Hugo 2005.

"Pues el cielo he tocado", perteneciente al ciclo de Kirinaga, trata sobre una niña kukuyu que quiere acceder a una educación superior que le está vedada en su cultura y sobre el choque que tiene con el "brujo" de la tribu, Koriba. Si bien el relato está escrito en clave de ciencia ficción, también trata temas de gran actualidad que se plantean en multitud de lugares de nuestro planeta. El relato es de una sensibilidad extrema y tiene un final verdaderamente emocionante.

"Prendas" nos cuenta una extravagante historia de unos "gitanos" estelares que se dedican a ir de planeta en planeta ofreciendo su inestimable ayuda para resolver situaciones problemáticas a cambio de una prenda que, rara vez suele tener valor real, pero que sí que tiene siempre un gran valor sentimental para su dueño. El relato nos llama la atención sobre las pequeñas cosas que nos rodean, muchas de las cuales no somos capaces de valorar en su justa medida hasta que las perdemos.

"Flores de estufa" es una estremecedora narración sobre prolongar más allá de todo límite razonable la vida de las personas y de sus consecuencias. El relato establece una comparación entre unos ancianos en estado terminal y las flores de invernadero que cultiva la mujer del protagonista. La narración introduce el tema de la eutanasia de manera colateral, haciendo que lo abordemos de una manera casi obligatoria.,

"Los robots no lloran" es uno de esos relatos de ciencia ficción sobre robots de gran sensibilidad que nos presentan un cuadro muy similar al de ciertos robots asimovianos, como Andrew de "El hombre bicentenario" o la muerte de Giskard Reventlov en Robots e Imperio.

"MacDonald tenía una granja" ya lo había comentado en este blog.

A mí, particularmente, me encantan los relatos intrascendentes de la serie del detective John Mallory y el Grundy, que en clave de novela negra, tienen como trasfondo un Nueva York sobrenatural y son claramente humorísticos. A esta serie pertenecen relatos como "El buhonero chino" o "La escoba enamorada".

En definitiva, una muy buena manera de abordar al autor y unos cuantos relatos ciertamente inolvidables. Del todo recomendable.

1 Comments:

At 4:47 a. m., Blogger Z said...

hola soy gyofre y me gustria que me expliques como pones esa imagen en tu cabecera ( donde dice: el mundo de yarhel, osea el fondo de la imagen) muchas gracias y tienes un buen contenido en tu blog. mucha suerte mi correo es : jofre2002_9@hotmail.com
gracias. mucha suerte.

 

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