22 noviembre 2005

José Antonio Cotrina

El escritor José Antonio Cotrina ha ganado recientemente tres importantes premios en el mundo de la literatura fantástica española. Primero fueron dos Ignotus, uno a la mejor novela corta por "Amanecer", publicado en Artifex 11 y otro al mejor cuento por "La niña muerta", publicado en Asimov ciencia ficción 5. Y hace unos días ganó el Alberto Magno por su relato "Argos", que espero con expectación ver publicado próximamente.

Cotrina es un monstruo (ejem, en el buen sentido del término, claro) del panorama fantástico español. Todo lo que he leído de él me ha encantado. Básicamente, por dos motivos: porque sus textos tienen una deliciosa cadencia oral y porque su imaginación desbordante nos traslada a mundos oníricos de una gran belleza y textura.

Otro elemento característico es la capacidad de mostrar las dos caras de la realidad, en este caso de la irrealidad: una faz clara y diáfana, como un día soleado en un atolón coralino y una cara oscura y tenebrosa digna de la peor de las pesadillas. Pero en ambos casos, el mundo descrito contiene elementos muy detallados, a veces ligeramente barrocos, que le otorgan una gran credibilidad.

Cotrina construye castillos en el aire con sus narraciones. A veces, en ellos habitan princesas encantadas y a veces horrores ancestrales. Y, esto es lo curioso, muchas veces nos queda la sensación de que en ambos casos se trata del mismo castillo, pero con iluminaciones radicalmente diferentes.

El autor recurre en algunas ocasiones a fuentes históricas de las que extrae su propia inspiración, como es el caso del antiguo Egipto, cuna de una antigua y legendaria magia, con un encanto irresistible.

Pero es que Cotrina no sólo cultiva la fantasía, sino también la ciencia ficción, como prueban sus narraciones "Mala racha", "Salir de fase" y "Tiempo muerto", las dos últimas, ganadoras del Premio UPC de novela corta 2000 y 2001 respectivamente.

Tanto "Mala racha" como "Salir de fase" recrean un universo en clave cyberpunk de una sociedad en que las mentes están almacenadas en un disco y cambiar de cuerpo (y por tanto de sexo) es tan sencillo como cambiar de traje.

"Tiempo muerto" es completamente diferente de su restante producción literaria. Narra una curiosa institución encargada de investigar el flujo del tiempo con peculiares sorpresas en su trama.

Actualmente Cotrina está a la espera de la publicación de su novela juvenil La casa de la colina negra, título con que ha bautizado a su recién estrenado blog, donde todos sus admiradores podremos irlo siguiendo.

Espero y deseo que continúe deleitándonos con su maravillosa imaginación durante mucho, mucho tiempo.