14 septiembre 2006

Las lecciones de la historia

"Si hay algo que nos enseña la historia, es que la Humanidad no aprende las lecciones de la historia".

Paradojas aparte, es una gran frase. La prueba la tenemos en la ciencia ficción o, al menos, en un tipo bastante amplio de ciencia ficción. Mi literatura favorita puede tratar del pasado, del presente o del futuro, pero analiza temas de interés para buena parte de la sociedad humana.

Hace décadas que la ciencia ficción nos está planteando los dilemas y los problemas derivados de la ingeniería genética y de la clonación, así como sus potencialidades positivas.

Hace décadas que la ciencia ficción nos habla de un mundo superpoblado, con migraciones masivas, con pobres cada vez más pobres hacinados en condiciones miserables y ricos cada vez más ricos, refugiados en sus torres de marfil.

Hace décadas que la ciencia ficción nos advierte de los riesgos de una sociedad desestructurada, con una juventud desorientada, con ultraviolencia, en la que el ascensor social ha fallado y en la que sólo unos pocos afortunados pueden acceder a la cúspide.

Hace décadas que la ciencia ficción nos describe un mundo occidental opulento, en que todo se mueve por modas, en que los medios de comunicación controlan hasta el último detalle de nuestras vidas y en el que la democracia se ha convertido en algo básicamente teórico, gobernado por grandes emporios comerciales transnacionales, en un mundo con estados de soberanía perforada.

Hace décadas que la ciencia ficción nos advierte sobre los problemas medioambientales, de posibles plagas, de cambios climáticos catastróficos, de carreras armamentísticas y de mil y un posibles armagedones.

Hace décadas que la ciencia ficción teoriza sobre la creciente influencia de la tecnología en nuestras vidas: electrónica, robots, ordenadores, videovigilancia, juegos adictivos, tecnotribus urbanas...

¿Pero hacemos caso? Pues no mucho. La gente que lee, que es cada vez más minoritaria, suele leer literatura escapista o literatura realista que, según mi gusto, es todavía más escapista, aunque sin el factor de entretenimiento y de desarrollo de la imaginación que ofrece la primera.

La ciencia ficción es una literatura que anticipa los problemas o que, simplemente, nos habla de los problemas y tendencias que tenemos entre nosotros. Nos habla de todo: de política, de la sociedad, de economía, de ciencia, de discriminaciones, de religiones, de personajes vulgares y corrientes y de personajes extraordinarios, de lo que representa ser humano, de la publicidad, de la moda, de la esperanza, de los sentimientos,...

Para mí es la literatura genuina del siglo XX y de parte del XXI. A pesar de haber atravesado etapas históricas muy diferentes y algunas de ellas ciertamente convulsas, la ciencia ficción moderna, se ha ido adaptando con mejor o peor fortuna a cada una de ellas: la II Guerra Mundial, la Guerra fría, el hundimiento del comunismo, el posmodernismo... pero todavía sigue ahí y tiene mucho que decir.

Aun así, es un fenómeno minoritario en la sociedad occidental y completamente residual en otras sociedades. ¿Por qué? ¿Tal vez porque pensar no está de moda? ¿Tal vez porque no nos interesa saber hacia dónde vamos ya que nos daríamos cuenta de lo vacías y carentes de rumbo que son muchas de nuestras vidas? ¿Tal vez porque estamos tan fatigados de trabajar y del ocio que no tenemos tiempo para nada más?

A fin de cuentas, nunca hubo grandes porcentajes de población pensantes y que se preocupasen por el futuro. Y cuando hablo de futuro me refiero al futuro de la Humanidad, no al futuro personal de cada uno. ¿Por qué ahora debiera ser diferente?

Creo que la ciencia ficción es un fenómeno minoritario, casi elitista, porque debe ser así. Porque a pocos les interesa saber el porqué de las cosas. Pretender lo contrario me temo que es poco realista.