23 noviembre 2006

El país de octubre / Ray Bradbury

El país de octubre es uno de esos libros de Bradbury que es imprescindible haber leído, no sólo para conocer al autor, sino porque es un gran libro que se va disfrutando más y más conforme se va avanzando por los relatos que lo componen.

El país de octubre que da título al libro es un país crepuscular, el país de las sombras, del eterno otoño, de la noche… Buena parte de los relatos que componen esta antología son narraciones bastante antiguas, de los inicios del autor, cosa que les da un toque a veces algo arcaico, a veces algo inocente, pero no por ello son menos interesantes.

“El enano” es una narración extraña, muy típica de Bradbury, sobre enanos, ferias, asesinatos y bromas de mal gusto. Tal vez uno de los relatos más flojos del libro, aunque la ambientación está muy lograda.

“El siguiente en la fila” es otra de esas clásicas narraciones del autor que describen un viaje a una población mexicana por parte de un matrimonio. En ella, se entremezcla lo cotidiano con lo sobrenatural, la vida con la muerte, lo normal con lo extraordinario.

“La desvelada ficha de póquer de H. Matisse” es una narración atípica, sarcástica, incluso ácida, sobre las modas y las vanguardias.

“Esqueleto” es un relato de terror un tanto oscuro sin mayor trascendencia sobre ciertos miedos absurdos.

“La jarra” es –en mi opinión- el relato a partir del cual el libro empieza a mejorar sustancialmente. Un hombre con un matrimonio anodino y una esposa algo repelente –tema muy típico del primer Bradbury- compra en una feria una jarra con algo extraño en su interior, que suscita todo tipo de conjeturas entre los vecinos que visitan al hombre atraídos por el misterioso contenido de la jarra.

“El lago” es una historia sobre fantasmas bastante clásica que es utilizada por el autor, más que como historia de miedo, como una rememoración del pasado y de cómo los muertos no envejecen en nuestro recuerdo: son como los conocimos por última vez.

“El emisario” es un sombrío relato de los que aportan textura al libro, es la clásica narración de “octubre”. Martin, un niño enfermo, tiene un perro que le trae a la gente para que lo visiten, hasta que un día, tras un cierto tiempo de ausencia, el perro vuelve con una visita inesperada.

“Tocados por el fuego” es un relato irónico sobre una pareja de ancianos que, intentando hacer el bien y de resolver problemas, los acaban provocando y que documenta perfectamente aquel proverbio que reza “el infierno está lleno de gente que tenía buenas intenciones”.

“El pequeño asesino” es un relato verdaderamente estremecedor sobre un bebé que no es en absoluto lo que parece y que parece sacado de La semilla del diablo. Para mí, uno de los mejores relatos de la antología.

“La multitud” es otro relato estremecedor que plantea una macabra teoría sobre la naturaleza de las multitudes que se reúnen inmediatamente después de un accidente entorno a las víctimas y sobre sus posibles finalidades.

“La caja de sorpresas” es un precioso relato de un niño encerrado en una casa con su madre de la que no se le permite salir a base de engaños y de lo que sucede cuando las cosas se descontrolan. Se trata de un relato altamente metafórico, bastante diferente de los restantes.

“La guadaña” es otro relato metafórico sobre un hombre condenado cual Sísifo a realizar una tarea repetitiva que no quiere hacer, pero que no le queda más remedio que llevar a cabo. Una versión modernizada del mito de la Muerte y la guadaña.

“El tío Einar” y “Reunión de familia” son dos narraciones pertenecientes al ciclo de relatos de una familia de seres sobrenaturales, a cual más pintoresco, uno de cuyos componentes es un niño adoptado, mortal, que no tiene capacidades anormales.

“El viento” es otro relato de terror sobre un peculiar viento antropomorfizado, sediento de venganza contra una persona que ha visto algo que no debía ver.

“El hombre del primer piso” es una historia de vampiros, contada y protagonizada por un niño, en Estados Unidos, en una pequeña población.

“Había una vez una vieja” es un divertido e irónico relato sobre una anciana que se niega a morir y que no acepta la visita de la portadora de la guadaña y que está dispuesta a hacer lo que haga falta para no irse de este mundo.

“La alcantarilla” es una narración extraña, basada en unas imágenes líricas y algo oscuras que no me acaba de convencer.

Finalmente, “La maravillosa muerte de Dudley Stone” es la sorprendente historia de un escritor de éxito que, llegado el momento, renuncia a seguir escribiendo a cambio de salvar su vida.

En resumen, se trata de un volumen un tanto irregular, con relatos muy buenos y relatos no tan buenos que mejora conforme se va avanzando en su lectura y que contribuye a crear la textura fantasiosa, a veces algo macabra que da título a la antología.

1 Comments:

At 4:23 a. m., Blogger Ricardo G. Yayo said...

Ops, es una pequeña decepción saber que el cuento que más me gustó de 'Memoria de Crímenes' aparece también en esta antología (y otros dos cuentos parecen tener sospechosamente la misma temática en ambos libros). Creía que cada recopilación traía cuentos diferentes.

Aún así, cualquier antología de Bradbury es recomendable.

 

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