25 mayo 2007

Correlaciones: Incluso la reina

Hace pocos días se anunció que el Departamento de Salud de Estados Unidos ha autorizado la comercialización de un fármaco que permite inhibir el ciclo menstrual de las mujeres. Vaya, que con una pastillita al día, se acabó la regla y las molestias que conlleva.

¿Ciencia ficción? Pues sí y tanto. Concretamente, el relato de Connie Willis “Incluso la reina” (Even the Queen, 1993), premios Hugo y Nebula. El relato trata precisamente sobre el tema, aunque en clave futurista. Nos describe un mundo en que las mujeres se consideran completamente liberadas al no estar atadas al ciclo menstrual.

Si la píldora contraceptiva ya supuso una verdadera revolución sexual, la píldora antimenstrual no promete menos. De hecho, cabe preguntarse cómo es posible que se haya tardado tanto en obtener algo así con la tecnología biomédica disponible hoy día.

Por supuesto, esto abrirá un debate ético en la sociedad. De entrada, se detecta un cierto rechazo entre muchas mujeres a interrumpir algo tan “natural” como es el ciclo menstrual. Pero supongo que algo parecido debió suceder al principio con la píldora contraceptiva.

¿Revolución sexual? ¿Igualación de los roles? ¿O simple negocio de las farmacéuticas? Supongo que todos estos factores serán tenidos en cuenta en el debate que se nos viene encima. Preveo, no obstante, que no será un debate muy largo y que la sopresa y el rechazo inicial dará paso rápidamente a una aceptación amplia del fenómeno.

Eso suponiendo, claro, que la pastilla en cuestión no tenga efectos adversos. Una de las críticas que le han llovido ha sido precisamente ésa: que no se ha experimentado suficiente tiempo con el fármaco como para asegurar su inocuidad.

Aunque no sea amante de la capacidad predictiva de cierto tipo de ciencia ficción, sí que es verdad que Willis ya puso el tema sobre la mesa hace década y media y que mucha gente que se tiene por “moderna” haría bien en leer más ciencia ficción. Así no les pillaría el toro con tanta facilidad.