27 febrero 2021

Cháchara

En algunas obras de ciencia ficción, abunda lo que yo llamo cháchara. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, cháchara es una “conversación animada e intrascendente sobre temas de poco valor”.

 

Algunos autores, son famosos por sus textos repletos de cháchara, lo cual no quiere decir que sean textos intrascendentes en sí mismos o carentes de interés. Pondré un par de ejemplos:

 

Connie Willis: es experta en largas parrafadas repletas de cháchara, pero son parrafadas la mar de interesantes. A veces, toca temas que podríamos llamar “raritos”. Willis, en una entrevista, comentaba que cuando quemaron a Juana de Arco, también quemaron a su caballo y que ella era de las personas que se interesaban por la historia del caballo.

 

Algunas de sus novelas, como Por no mencionar al perro (To Say Nothing of the Dog, 1998, Premios Hugo y Locus 1999) u Oveja mansa (Bellwether, 1996, Premio Locus 1997) están repletos de esas cháchara que la hacen tan característica y que confiere a sus obras una textura peculiar y muy interesante. Vaya, que no siempre la cháchara debe considerarse como “algo sin valor”. O tal vez no sea cháchara, claro.

 

Otro ejemplo, tal vez más descarado, lo encontramos en el Criptonomicón (Cryptonomicon, 1999, Premio Locus 2000), de Neal Stephenson. El autor es capaz de dedicar todo un capítulo a explicar cómo se prepara un bol de cereales para el desayuno u otro sobre las vicisitudes y consecuencias de la extracción de una muela del juicio. Y lo hace con una gracia que te conquista, aunque no acabas de saber si lo que realmente pretendía, desde el principio, era tomarte el pelo.

 

Para acabar, también hay un tipo muy especial de cháchara que podríamos llamar la tecnocháchara o tecnojerga, típica de series como Star Trek, en las que el personaje de turno se pone a explicarte en qué consiste su dispositivo favorito a base de taquiones o cómo funciona el motor de antimateria de la nave o sus escudos deflectores.

 

Una vez entrevistaron a un trekkie español, para más señas ingeniero, en ocasión del estreno de una película de la franquicia de Star Trek y le preguntaron si esta jerga debía evitarse en las películas o en las series y contestaba, muy convencido, que no, que era un hecho muy propio de Star Trek y que le proporcionaba una textura muy característica.

 

En fin, que a veces lo que parece relleno es necesario o como mínimo, bastante interesante. En el caso de autoras como Connie Willis, casi merece más la pena leer sus novelas por esa “cháchara” tan característica que no por las tramas en sí mismas.