13 junio 2021

El convector Toynbee

Hay un relato de Ray Bradbury bastante curioso, llamado “El convector Toynbee” (“The Toynbee Convector”, 1984), contenido en la recopilación de nombre homónimo. Se trata de uno de los pocos relatos de ciencia ficción del libro, en donde abunda más la fantasía o los relatos metafóricos.

 

En el relato, el personaje central, ahora ya un anciano, explica como cuando era joven construyó una máquina del tiempo para viajar al futuro, donde descubrió un mundo idílico, utópico, con el aire puro y los mares limpios y la gente feliz. Curiosamente, todo era mentira: el viaje en el tiempo fue una estafa, pero la gente de su tiempo se lo creyó y se lanzaron a construir ese futuro maravilloso que el personaje del relato les había prometido como cierto. Es la clásica profecía autocumplida.

 

El Toynbee del título fue un historiador británico (1889-1975), conocido sobre todo por ser el creador de la teoría cíclica sobre el desarrollo de las civilizaciones. Bradbury le atribuye la idea de que “las civilizaciones que no se lanzan a conquistar su futuro, son sociedades decadentes sin futuro”.

 

El personaje del relato, que es joven en los años 80 del siglo XX (cuando fue escrito el cuento), describe un mundo contaminado en todos los sentidos: tanto en la polución del aire y de los océanos, como socialmente. La gente no tiene esperanza y no cree en el futuro.

 

No sé qué habría pensado Bradbury del mundo actual, con problemas tan serios como la contaminación, la emergencia climática o la pandemia, pero me temo que las cosas todavía se han agravado.

 

Se afirma que la próxima generación será la primera que tendrá una calidad de vida inferior a su antecesora, por primera vez en siglos. Parece que el progreso se ha frenado en algunos aspectos.

 

Pero lo cierto es que si tomamos el mundo globalmente, vivimos en la época más próspera de la historia, con menos guerras, menos hambre y pobreza y menos enfermedades. Puede parecer lo contrario, pero los datos y los hechos son tozudos.

 

Otra cosa es lo que nos venden los medios de comunicación, que siempre hacen énfasis en todo lo negativo y casi nunca en lo positivo.

 

Por eso encuentro este relato bastante inspirador. Debemos conquistar el futuro, lanzarnos de cabeza hacia él. O de lo contrario, entraremos en una decadencia de la cual puede llegar a ser verdaderamente difícil de salir.