18 noviembre 2019

Echando un vistazo al futuro


En la ciencia ficción prospectiva existe una dificultad cada vez mayor de hacer predicciones a medio o largo plazo, de manera que solo aquellos relatos o novelas que suceden en el futuro inmediato tienen visos de acertar mínimamente.

Está claro que la función de la ciencia ficción no es hacer predicciones. O al menos no es la más importante. Pero siempre ha habido una cierta tendencia a hacerlas, al menos en determinados subgéneros.

Si un escritor sitúa la acción de una space opera en el siglo treinta y tantos, está claro que no quiere hacer predicción alguna, sino explotar el sentido de la maravilla o hacer una novela de aventuras. O incluso puede explorar a su gusto la psicología de sus personajes.

Pero cuando se entra en temas tecnológicos o sociales, se suele intentar querer acertar mínimamente en las predicciones que se exploran. Esto es cada vez más difícil. Por un lado, la tecnología evoluciona cada vez más deprisa (léase Ley de Moore y similares). Por otro, también las sociedades evolucionan cada vez más (o a veces involucionan) y es muy difícil predecir la flecha de las tendencias.

Por otro lado, si el escritor quiere explorar el futuro a medio plazo, se puede encontrar con la barrera de la Singularidad Tecnológica, ese punto teórico en el que supuestamente la Humanidad evolucionará tanto, gracias a la robótica, la biónica y la inteligencia artificial, que se tornará irreconocible. Y por tanto, hacer predicciones a partir de ese punto, es tarea más que arriesgada, inútil.

Por todo ello, es normal que últimamente, muchos escritores de ciencia ficción hagan prospecciones a diez o quince años vista. La ventaja es que pueden acertar bastante. El inconveniente es que son obras de consumo rápido, pues quedan obsoletas en poco tiempo. Eso si almenos aciertan.

Personalmente opino que no es tan importante acertar una determinada predicción, ni si quiera hacerla, como el analizar cómo determinada tecnología o cambio social pueden afectarnos personalmente o globalmente. Creo que esa es la verdadera esencia de la ciencia ficción, que se ha perdido bastante en muchas de las obras más recientes del género.