15 enero 2009

El ahorcado: Cuentos de espanto (Mapas en un espejo I) / Orson Scott Card

Debo reconocer que lo que he leído de Orson Scott Card en novela me ha gustado siempre, con mayor o menor intensidad, aunque me queda por leer todavía una parte significativa de su obra. Pero hasta ahora no había leído nada de su narrativa breve y ha sido una doble sorpresa.

Por un lado, una grata sorpresa, porque me gusta. Tiene un estilo moralizante sin llegar a ser maniqueo. Por otro, una lamentable sorpresa al ver que el libro en que se han recogido sus relatos ha sido fraccionado en cinco volúmenes en su edición de bolsillo. Teniendo en cuenta que inicialmente se publicó en uno solo, me parece una soberana tomadura de pelo y un agravio para nuestros bolsillos y para nuestras estanterías.

No obstante, la queja parece que no sirve de gran cosa con esta editorial, que ha convertido en lucrativa política esto de dividir los libros que prevén que se venderán bien, con la clara finalidad de estrujar los bolsillos de los potenciales lectores.

En lo que respecta a los relatos, el primer volumen agrupa las narraciones que podríamos catalogar como horror fantástico, que no terror, pues hay otros relatos en posteriores volúmenes bastante más melodramáticos.

"Euménides en el lavabo del cuarto piso" es un relato que trata sobre la culpa que experimenta un manipulador nato cuando se da cuenta de que ha ido demasiado lejos en sus tácticas y se ve atormentado, como en la mitología griega, por unas modernas Euménides o Furias en forma de bebés monstruosos.

En "Finiquito", a Card se le ve la vena más conservadora cuando nos presenta como algo verdaderamente espantoso, un matrimonio que no ha podido tener hijos. No obstante, el planteamiento es bastante original.

"Ejercicios de respiración profunda" es un curioso relato sobre el mito de Casandra actualizado. En este caso, un individuo descubre que cuando las respiraciones de todas las personas presentes en un lugar se acompasan, sobreviene la catástrofe.

"Criadero de gordos" es un relato escrito casi como terapia psicológica y versa sobre la obesidad y sobre una moderna tecnología que permite disponer de un nuevo cuerpo al que poder maltratar ilimitadamente. Por la temática, me recuerda un poco a "El tratamiento del mono" de George R. R. Martin.

"Bajo la tapa" es una narración que nos describe una sociedad futura decadente que se entretiene viajando en el tiempo de manera segura para experimentar la muerte, a costa de torturar a indefensos sujetos.

"Juegos de carretera" es una versión más suave del clásico relato de Matheson del diablo sobre ruedas. Un individuo descubre a raíz de un macabro juego del gato y el ratón en una autopista que es un monstruo. Pero siempre hay un pez más grande...

"Sepulcro de canciones", con unas ciertas reminiscencias a "La nave que cantó" de Anne McCaffrey nos cuenta la inquietante experiencia de un psicólogo y su paciente, una niña discapacitada que dice estar siendo abducida por una inteligencia extraterrestre. Lo más interesante del relato, a parte de la brillantez con que construye la trama y los personajes, es la imposibilidad de determinar la veracidad de la afirmación de la protagonista.

En "Censura previa", se nos describe un nuevo caso de patrulleros del tiempo, en este caso dedicados a controlar la obra de los escritores, quienes aún sin pretenderlo, pueden acabar desencadenando tremendos conflictos en el futuro. El relato es un canto a la capacidad de la literatura de incidir y cambiar la sociedad.

"El hombre cambiado y el rey de las palabras" es un complejo relato psicológico en el que se mezclan la informática, el tarot y la compleja psicología de una familia en la que padre e hijo son genios y que reedita el mito de Edipo de Tebas.

"Recuerdos de mi cabeza" trata sobre un matrimonio que ha dejado de funcionar y que, no obstante, sobrevive. Está narrado desde una perspectiva muy original y acepta una doble lectura sobre el tema del suicidio.

Finalmente, "Niños perdidos" nos recuerda indefectiblemente a El sexto sentido y trata sobre la desaparición de unos niños en una pequeña ciudad norteamericana. Tal vez lo más curioso del relato es que está narrado en primera persona y en él se mezclan la ficción y la autobiografía. Tal vez por ello, el autor tuvo que aclarar en una apostilla que se trataba de una historia ficticia, a pesar de que el resto de personajes eran reales.

Las narraciones se acompañan de una breve explicación sobre cada una de ellas y sobre su génesis, cosa siempre de agradecer cuando se desea profundizar algo más en el análisis de los textos.

Orson Scott Card es un caso interesante dentro de la ciencia ficción moderna. Por un lado, es uno de los pocos casos de escritores del género que es creyente (concretamente, mormón). Además, sus orígenes literarios provienen del teatro, no de la narrativa, cosa que le confiere a sus narraciones un estilo especial.

Tal vez donde más se nota este origen dramatúrgico es en la conexión empática que se establece entre el protagonista y el lector, así como en la resolución de las tramas que, a menudo suele ser catártica y hasta cierto punto moralizante.

2 Comments:

At 2:43 a. m., Blogger Errantus said...

Pero mira qe eres malo. Nos hablas de que nos van a sacar las pelas por la marrullería de dividir en 5 el libro y después nos afilas los colmillos desgranando las maravillas de cada tomo. ¡Mi pobre bolsillo!

 
At 10:57 a. m., Blogger Yarhel (Enric Quílez) said...

jajaja, bueno, si puedes conseguirlo todo en un volumen, mejor para tu bolsillo. La verdad es que la idea de fraccionarlo me parece un timo.

 

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