07 noviembre 2008

Planeta azul / Jeanette Winterson

Planeta azul es una curiosa novela en varias partes, aparentemente independientes entre ellas, pero que están sutilmente ligadas en el tiempo. Todas ellas tratan de lo que es ser humano, del amor y de la increíble capacidad destructiva de la raza humana.

Pero sobre todo es una novela sobre el eterno retorno, sobre la historia cíclica y sobre la repetición de los errores. En ella se describen una serie de sociedades en estado terminal en las que la Humanidad ha agotado los recursos naturales de los planetas que la sostienen y se niegan a aceptar este hecho.

Trata también sobre la extensión de este mal a nuevos planetas para reiniciar nuevamente el ciclo de crecimiento, expansión, decadencia y muerte de la civilización y sobre el renacer de las esperanzas, al tiempo que mueren las viejas.

La novela está escrita en una prosa aparentemente sencilla, aunque dotada de una gran belleza y repleta de tropos, referencias cruzadas y de historias. Describe tanto paisajes decadentes que, sin llegar al hipnotismo de un Ballard, no dejan de tener su interés, así como paisajes vírgenes de una gran belleza.

No es una novela de las que se leen de un tirón, a pesar de que no se hace nada aburrida, pero las figuras y reflexiones que contiene obligan a una lectura algo más pausada que en una simple novela de aventuras.

Aunque es claramente una novela de ciencia ficción, no parece beber de las fuentes clásicas del género y creo que habría que situarla en la tendencia actual del mainstream a utilizar la ciencia ficción como recurso para expresar algo. En este caso, se trata de un canto en contra de la destrucción del mundo que la Humanidad está ocasionando con sus políticas antiecológicas globales.