12 septiembre 2006

Benedicto XVI dice que la teoría de la evolución es irracional

¡Fantástico! ¡Lo que nos faltaba! Después de las gloriosas teorías del diseño inteligente (que en mi opinión, tienen únicamente de inteligente el título), ahora nos viene el líder espiritual de centenares de millones de católicos en todo el mundo diciendo que la teoría de la evolución es irracional.

Claro, desde luego. Los fósiles que se encuentran paleontólogos y antropólogos por doquier son sofisticadas maquetas de polímero. Las mediciones con isótopos de la antigüedad de las cosas, se las inventan los físicos y los geólogos, que forman parte todos de un inmenso complot mundial para hacerle la puñeta a los cristianos que creen en estas cosas. Sólo por fastidiar.

Todas las pruebas que apuntan a favor de las teorías evolucionistas de Darwin y sus continuadores son falsas. En cambio, cualquier huequecito que se encuentre, eso sí que es un descubrimiento de proporciones colosales.

Pensaba que este debate había sido superado hace más de un siglo. Incluso parecía que después del ridículo espantoso que hizo la Iglesia católica con Galileo y Copérnico, tendría que haber escarmentado. Pero no. Ahora, Benedicto XVI vuelve a las andadas y se dedica a hacer ciencia en vez de teología, que sería lo propio.

Parece que los múltiples problemas que tiene la Iglesia moderna y el mundo no le quitan el sueño y que aún tiene tiempo para dedicarse a criticar a Darwin. Pues ya puestos, a mí me parece más irracional una teoría que dice que le mundo se creó en seis días y que postula que el Salvador nació de una madre virgen.

¡Qué queréis que os diga! La fe es la fe y la ciencia es la ciencia y mejor no mezclarlas. Respeto profundamente todos los credos que tengan como centro la bondad de la persona y que respeten los derechos humanos. En general, creo que así sucede en el cristianismo, por lo tanto nada qué decir. Pero que lo respete no quiere decir que cualquier cosa que nos diga el Papa tengamos que tragárnosla, en especial cuando se trata de valoraciones completamente ajenas al terreno de la fe.

¿La teoría de la evolución es irracional? Bien, ¿de veras es capaz la doctrina católica de pasar la prueba del algodón de la racionalidad? Lo dudo mucho. Es más, siempre que llegan a un callejón sin salida, recurren al artilugio de la fe. Muy bien, pues así sea, pero dejad la racionalidad en manos de los que creen en ella y la utilizan a diario, en su vida y en su trabajo.