24 octubre 2006

Reflexión vs. Evasión

Un amigo me comentaba el otro día por mail que, ahora mismo, prefería leer fantasía más que ciencia ficción, porque la primera le proporcionaba una necesaria evasión, mientras que la segunda le hacía pensar.

Desde luego, es un caso particular y las generalizaciones las carga el demonio, pero algo de eso hay. Ya sé que hay fantasías muy reflexivas e incluso críticas y ciencia ficción que es pura evasión (como la space opera), pero un poco sí que se sigue este modelo en líneas generales.

La ciencia ficción siempre ha tratado de hacer reflexionar, nos plantea la clásica pregunta de: ¿qué pasaría si...? o, si incluimos también las ucronías, ¿qué hubiera pasado si...?

La ciencia ficción se ciñe a unas normas generalmente más rígidas que la fantasía (hay excepciones, claro). A veces, cuando la ciencia ficción es del tipo hard estas normas son las leyes de la física o una cierta plausibilidad tecnológica. Otro tanto puede decirse de otros subgéneros dentro de la ciencia ficción.

Las utopías, las distopías y las ucronías también tratan de ceñirse a un guión. Intentan extrapolar unas determinadas circunstancias sociales, económicas o históricas a fin de experimentar, en cierta manera, con dichas ciencias a base de una especulación más o menos racional.

Por supuesto, hay elementos en la ciencia ficción, muy utilizados y profundamente clásicos, como el viaje en el tiempo o la telepatía, que han sido empleados por doquier y que, sin embargo, son recursos claramente fantásticos.

De hecho, la frontera entre la fantasía y la ciencia ficción es muy delgada y difusa. Los mismos hechos, planteados de una u otra manera, pueden hacer cambiar una narración del lado de la frontera en que estuviese inicialmente radicada.

Pero volviendo al tema central del post, ¿existe fantasía reflexiva? Hay mucha gente que afirma que obras como El Señor de los Anillos ha cambiado su vida o que les ha hecho reflexionar acerca de tal o cual cosa. Asimismo, obras como La saga de Chanur, son interesantes y amenas novelas de aventuras, sin demasiada trascendencia, aunque sí que existe algún tema de fondo, como el feminismo, por ejemplo.

Supongo que cualquier obra nos puede hacer reflexionar sobre algo por escapista que sea y cualquier tratado con intenciones filosóficas puede ser muy entretenido si se tiene la adecuada mentalidad. Todo es cuestión de gustos.