05 septiembre 2007

42 y los cerebros

El 42 es un número de una cierta trascendencia en la literatura fantástica. Ésta puede pareceruna afirmación un tanto frívola, pero tiene su sentido, como trataré de justificar a continuación.

Para empezar, 42 es un número muy importante, porque es la respuesta a la vida, el universo y todo lo demás. Me explico, en la conocida novela de Douglas Adams recientemente llevada al cine, Guía del autoestopista galáctico, una civilización extraterrestre decide construir una gigantesca computadora omnisapiente a la cuál le preguntan que cuál es el sentido de la vida. La computadora da como resultado: 42.

Pero es que 42 es un número que aparece frecuentemente en las obras de Lewis Carroll, como en Alicia en el país de las maravillas o en Alicia a través del espejo.

El 42 aún tiene más historia. Está ligado a cierta fórmula relacionada con ciertos ceros de la función zeta de Riemann, un objeto matemático de gran trascendencia matemática, íntimamente ligado a la distribución de los números primos.

Ya se sabe que cuando los matemáticos se ponen a jugar con los números… Hay una anécdota deliciosa sobre Hardy y Ramanujan, dos distinguidos matemáticos de principios del siglo XX. Según ésta, Hardy fue a ver a Ramanujan, que se encontraba hospitalizado y le comentó que venía pensando en el número del taxi que lo había llevado hasta allá, el 1729, pero que era un número muy aburrido.

Inmediatamente, Ramanujan lo contradijo:

- ¡En absoluto, Hardy! Es un número muy interesante. Es el número natural más pequeño que puede expresarse como suma de dos cubos de dos maneras distintas (1729 = 13 + 123 = 93 + 103).

¡Qué no daría un neurólogo por comprender una mente tan fascinante como la de Ramanujan! No es una caso único. Al parecer, cuando el joven y genial matemático Evariste Galois murió de un tiro en el estómago durante un duelo, el informe de su autopsia contenía una detalladísima descripción sobre su encéfalo. Nada obligaba al forense a estudiar el encéfalo de alguien que había muerto claramente de un tiro en el estómago, pero supongo que la curiosidad pudo más.

También son famosos los diversos estudios a que ha sido sometido el cerebro de Eisntein, salvado para la ciencia de la incineración a que se sometió el cuerpo del padre de la teoría de la Relatividad, aunque ninguno de ellos ha sido concluyente.

Para acabar con el tema de los cerebros de genios, también fue sometido a un cierto análisis el de Gauss, conservado durante mucho tiempo en formol y del que se decía que tenía una cantidad anómalamente alta de circunvoluciones cerebrales.