08 noviembre 2005

El hombre ilustrado / Ray Bradbury

El hombre ilustrado
Ray Bradbury
The Illustrated Man (1951)
Minotauro

Creo sinceramente que éste es uno de los mejores libros de relatos de Bradbury, tanto por su variedad como por su calidad específica.

En él, los relatos están entrelazados como si de historias junto al fuego se tratasen, aunque el enfoque es algo distinto, pues se supone que son los tatuajes del hombre ilustrado quienes van contando cada uno de los relatos. A fin de cuentas, todos somos un poco las historias que contamos y de que nos componemos.

"La pradera" llama la atención en una fecha tan temprana como los años cincuenta sobre la educación de los niños. Hoy día, diríamos que es una metáfora sobre el excesivo poder que tienen las Nintendo o las Play Station sobre las mentes infantiles y juveniles, aunque eso, en aquella época ni se intuía. Es uno de esos casos en que un relato fue escrito con una finalidad pero el tiempo transforma su significado profundo en algo equivalente, pero distinto.

Este tema no es nuevo en el universo bradburiano. Resonancias similares tienen los relatos "La hora cero" (en este mismo volumen) o "¡Muchachos!, ¡Cultiven hongos!", presente en Las maquinarias de la alegría.

En "Calidoscopio" se describe un accidente espacial en que todos los astronautas adquieren rápidamente conciencia de su inminente muerte. En el ínterin, liberan sus temores, sus angustias y también lo bueno que tienen en sí mismos. Recuerda un poco al pensamiento de Pascal, según el cual el hombre es al Universo los que los juncos ante un vendaval: el Universo puede doblarlos, pero al menos son conscientes de ello y pueden gritarle a éste, que no tiene consciencia.

"El otro pie" es uno de esos peculiares relatos del autor sobre el racismo, pero visto desde el punto de vista de los negros. Rompedor, para la época y muy en vigencia todavía hoy día. En el relato deja claro que este tipo de confrontaciones no son nada comparadas ante los grandes problemas que nos aquejan a todos y que las raíces del odio y la violencia también pueden morir ante la necesidad de cooperación.

"La carretera" es uno de esos sutiles y estremecedores relatos del fin del mundo. Pero también es una narración sobre los lugares alejados de la mano de Dios, que tanto gustan al escritor y del que su obra está lleno.

"El Hombre" es una bella alegoría de la búsqueda inútil, pero también lo es de la fe versus el racionalismo. Con el singular tema de unos astronautas que llegan a un planeta en que justo acaba de pasar por allí Jesucristo, Bradbury construye un relato muy bello.

En "La larga lluvia" tenemos una metáfora sobre cómo una adversidad muy prolongada, combinada con la soledad puede deshumanizar a cualquiera. La lluvia incesante en Venus consigue enloquecer a un equipo que allí ha quedado atrapado, en especial con un entorno hostil y con la infructuosa búsqueda de una cúpula solar que permita resguardarlos de la lluvia.

En "El hombre del cohete" la mujer de un astronauta vive con la angustia constante de que su marido no vuelva de alguna de sus misiones y teme que si llega el momento, no podrá contemplar el cielo nunca más. Y es que a veces nuestros mayores temores se realizan de la manera más inesperada y absurda.

"La última noche del mundo" trata de contestar a la clásica pregunta de "qué pasaría si esta fuese la última noche", con un cierto tono irónico.

"Los desterrados" nos presenta un Marte poblado por los escritores desterrados y proscritos de una Tierra racionalista y gris. Una clásica alegoría sobre la pérdida del interés por la fantasía y la imaginación de los seres humanos ante el embate del cientifismo y del racionalismo desatados.

"Una noche o una mañana cualquiera" nos habla de la reacción neuróticamente solipsista de un astronauta debido al temor hacia el vacío espacial que lo rodea.

"El zorro y el bosque" aborda otro de los clásicos temas de Bradbury acerca de un futuro dominado por la guerra y la deshumanización y de la búsqueda en el pasado de un modo de vida más tranquilo y digno.

"El visitante" es un bellísimo relato escrito en clave alegórica (también) que trata sobre el embrutecimiento que produce la soledad, el egoísmo, la grandeza de los sueños y la tristeza angustiosa que produce la pérdida de algo maravilloso. Ambientado en un Marte fantástico es tal vez uno de los mejores relatos del libro.

"La mezcladora de cemento" es la otra estrella rutilante del libro. Una crítica feroz del american way of life brillante y demoledora. En él los marcianos invaden la Tierra, pero en vez de encontrar una oposición guerrera, se encuentran una bienvenida de brazos abiertos. Pronto los marcianos empiezan a descubrir cómo es el mundo occidental...

"Marionetas S.A." es una farsa un tanto melodramática sobre personas que utilizan androides para que se hagan pasar por ellos y huir así de la cotidianeidad.

"La ciudad" es más bien un relato rayano en el terror, aunque éste se ve levemente esbozado con unas pinceladas. Trata de la venganza y del alma de los objetos.

"La hora cero" es otro estremecedor relato de niños quintacolumnistas en que se nos llama la atención acerca de la educación de los jóvenes y de la frecuente desatención por parte de sus padres.

"El cohete" es otro bello relato que versa sobre sueños imposibles y sueños posibles, sobre la infancia, la imaginación y el sacrificio de un padre por la ilusión de sus hijos.

Finalmente, "El hombre ilustrado", relato que da nombre a la antología y que nos habla de la profecía autocumplida y del problema de la predestinación.

Es, en su conjunto, un sólido libro de relatos, con algunos de los grandes temas del autor, sólidamente pergeñados y que nos dejan unas imágenes vívidas y sugerentes.

1 Comments:

At 5:52 p. m., Blogger Lupa Sívori said...

Hola! Excelente nota, me encanta Bradbury y adoro la ciencia ficción. Disfruté mucho de esta colección de cuentos suyos.

"El hombre ilustrado" es una antología fascinante. Te invito a compartir y opinar mi propia nota al respecto:


http://www.viajarleyendo451.blogspot.com.ar/2013/02/el-hombre-ilustrado-novela-1951.html


¡Saludos!

Luciano // seguime en: https://www.facebook.com/sivoriluciano

 

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