30 julio 2020

Marte mítico

Se cumplen recientemente 70 años de la primera publicación de la colección de relatos Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, una de las obras capitales de la ciencia ficción, que ha marcado a millones de lectores en todo el mundo.

 

El libro narra una serie de historias sobre la colonización del planeta Marte, sobre los marcianos que allí residían, sobre cómo interactúan con los humanos y sobre el destino final de la Humanidad y de Marte.

 

Pero no es una obra al uso de la ciencia ficción. Por un lado, tiene una cierta componente utópica e idealista. Marte no es el planeta rojo, realmente. Podría ser el medio oeste norteamericano o la América precolombina que soporta el embate de la llegada de los conquistadores europeos.

 

Es una novela sobre el fin de un mundo y el nacimiento de otro. Sobre el ansia de conquista, sobre la religión, sobre la estupidez de la guerra total, sobre el choque cultural y sobre qué representa, en última instancia, ser humano.

 

Es un libro simplemente maravilloso. Un clásico. Y como tal, puede ser leído y releído tranquilamente, que siempre lo disfrutaremos y obtendremos algún nuevo saber. Un libro que todo el mundo debería poder paladear tranquilamente alguna vez en su vida.

 

Se ha querido algunas veces que la ciencia ficción era como la de las Crónicas marcianas>, pero este libro es único e irrepetible. Ni si quiera Bradbury lo consiguió dos veces y eso que era un enorme escritor, con un gran talento para narrar historias.

 

Algunos relatos, como “La elección de los nombres” (“The Naming of Names”, 1950), “Vendrán lluvias suaves” (“There will come Soft Rains”, 1950) o “El pícnic de un millón de años” ("The Million Years Picnic”, 1946), son casi oníricos, poesía pura.

 

Pero las Crónicas marcianas tienen un aura especial que te capta desde el primer momento. Pronto ves que no se trata de terraformar Marte o del viaje espacial. Se trata de otra cosa. De poesía, de historia, de una terrible nostalgia y de una belleza a veces arrebatadora.

 

Todo esto y mucho más son las Crónicas marcianas. Si alguien no lo ha leído aún, ya tarda. Eso sí, aunque aparecen los marcianos, no esperéis los clásicos hombrecillos verdes con antenas. Estos marcianos muy poco tienen que ver con los tópicos. Porque, en el fondo, esos marcianos también somos nosotros.