30 julio 2008

Una lectora poc corrent / Alan Bennet

Una lectora poc corrent
Alan Bennet
Ed. Empúries


Edición en castellano:

Una lectora nada común
Alan Bennet
Ed. Anagrama


En Una lectora nada común estamos ante un libro irónico, especulativo y delicioso que se lee de un tirón y que plantea una cuestión bastante curiosa: ¿qué sucedería si la reina de Inglaterra se aficionase a la lectura?

Durante la novela podemos ver cómo la reina de Inglaterra evoluciona desde una posición de intransigencia supina y de insensibilidad respecto de sus súbditos a posiciones mucho más humanas y un aumento de sus capacidades intelectuales.

Pero esto, lejos de contentar a sus súbditos, los incomoda, especialmente a los miembros de la Corte y del Gobierno que ven como una molestia enojosa las ansias lectoras de Su Majestad.

El libro, escrito en clave irónica, con un par de personajes secundarios bastante divertidos, contiene algunas escenas realmente sarcásticas, como la de la detonación del libro o la de la visita de un antiguo secretario de la Reina a Palacio, por no olvidar la escena inicial en que la reina le plantea una comprometida cuestión literaria al Presidente de la República francesa o la llamada intempestiva al arzobispo de Canterbury.

Tal vez, la parte más interesante del libro sea el discurso final de la reina ante el Consejo del Reino, en que plantea una serie de cuestiones que no por lógicas, dejan de ser espinosas, a la vez que comprometidas.

Ya lo decían hace tiempo: la lectura es una droga peligrosa que expande la conciencia. Tal vez por ello esté tan mal vista en nuestro país, en donde los índices de lectura son tan bajos que casi rozan el Infierno.