31 mayo 2021

Acción mutante

Cuando estudiaba en la universidad, un compañero nos explicó con pelos y señales la película Acción mutante, de Álex de la Iglesia. La verdad es que el chico tenía una gracia impresionante explicando películas, porque me reí mucho más con su narrativa que después cuando la vi en el cine.

 

Recuerdo haber ido al cine con un amigo bastante joven que en una de las escenas de tiroteos se quedó dormido. Supongo que no la entendió. Yo me reí mucho, no porque sea tremendamente divertida, sino por la mala baba que rezuma por todos los poros del film, más allá incluso del humor negro.

 

La película narra las vicisitudes de un grupo terrorista llamado como la película, que se dedica a martirizar a los ricos y guapos habitantes de la España del futuro, que son tan sosos, anodinos, vacuos y repelentes que no puedes sino ponerte del lado de los terroristas de pacotilla.

 

Algunas escenas, como la conocida escena de la boda, con la música de Aires de Fiesta de Karina de fondo es de lo más divertido, surrealista y gore que he visto en el cine español de ficción (con el permiso de Airbag).

 

Además, habría que añadir las escenas de tiroteos indiscriminados de la policía o que la moneda de por aquel entonces sería el Ecu (el predecesor del Euro: no iban desencaminados) y los muchísimos cameos de actores y actrices conocidos.

 

Creo sinceramente que Acción mutante es una de esas muchas películas que hoy sería imposible producir, debido a la sociedad hipercorrecta y políticamente ñoña en la que vivimos, en que tenemos que cuidar hasta la más mínima expresión para no ofender a nadie.

 

Por eso me gusta todavía más que entonces el humor gamberro, desacomplejado, transgresor y macabro de esta película que todo el mundo debería ver alguna vez en su vida. Eso sí, hay que mirarla con los ojos de cuando fue filmada, porque si la contemplamos con una mirada actual, quizá nos demos cuenta que nosotros somos esa sociedad futurista, fatua y aburrida que querían destruir los terroristas de Acción mutante.