31 enero 2008

Parón

Pasado un tiempo prudencial después de haber empezado a detectarse en el mundillo de las publicaciones de ciencia ficción en España un cierto parón, creo que podemos sacar algunas conclusiones provisionales sobre el estado actual.

Sin ánimo de ser catastrofistas, creo que es evidente que los mercados han aplicado un correctivo al exceso de títulos que había a nuestra disposición hace un par de años. Creo que esta es la tendencia general. Lo deduzco de una serie de indicios más o menos visibles:

- Minotauro ha frenado en seco la edición de libros de ciencia ficción. Incluso las colecciones de autor, como Ballard o LeGuin se han visto afectadas. En el caso de LeGuin, se ha optado más por la reedición que por obras pendientes de publicar. Y han pasado a la historia definitivamente algunos autores que jamás fueron demasiado comerciales, como Carter. Además, han quedado inconclusos algunos experimentos, como el de 50 en 50 de Harry Harrison.

- Gigamesh también ha frenado, apostando por lo seguro (Martin) e hibernando la revista con el mismo nombre.

- Bibliópolis, a pesar de seguir con una producción más o menos estable, se ha refugiado en valores comerciales seguros (Sapkowski, Asimov) y ha demorado las publicaciones de relatos.

-Ediciones B sigue con la política de los últimos años de ofrecernos los premios de turno y los autores de la casa, con la gugolenésima demora de la mítica Nueva Guía de Ciencia Ficción de Barceló. A este paso, se publicará antes el Necronomicón.

- La colección Runas de Alianza Editorial y la Ómicron de Roca Editorial han reducido su ritmo considerablemente.

-Edhasa saca las “novedades” (son reediciones) con cuentagotas.

- E incluso La Factoría parece pensárselo dos veces antes de poner un nuevo título en circulación.

-AJEC sufre demoras importantes en la publicación de los títulos previstos.

Tampoco las pequeñas editoriales semiprofesionales parecen atravesar un momento especialmente dulce.

De todo esto creo que es bastante correcto deducir que, sin que el famoso péndulo haya vuelto a oscilar, la situación se ha ralentizado considerablemente. Como siempre, los más débiles han sido los más perjudicados: los autores “difíciles” y la narrativa breve. Recordemos que la Asimov ha desaparecido y Gigamesh duerme en el limbo. Las dos principales publicaciones españolas de relatos de ciencia ficción han desaparecido en combate.

Aun así, van apareciendo en el mercado español bastantes títulos a lo largo del año, muchos de ellos novedades. Me preocupa más el hecho de que estamos perdiendo nuevamente el hilo de la historia de la ciencia ficción que, nos guste o no, sigue siendo básicamente anglosajona.

Muchos autores noveles no llegarán a nosotros, ya que la edición de relatos se ha estancado y estos autores suelen empezar muchas veces su carrera por la narrativa breve.

En fin, supongo que habrá que seguir esperando a ver cómo evolucionan las cosas, aunque no soy especialmente optimista.