28 septiembre 2006

Misterios del Universo

Quisiera llamar la atención sobre tres noticias breves aparecidas hoy en la prensa que me han parecido deliciosas y que no me resisto a compartir con todos vosotros.

Hace tiempo, en este mismo blog, teorizaba sobre La Gioconda de Leonardo da Vinci y sobre cómo mediante un programa informático, un equipo de cierta universidad había sido capaz de diseccionar las diferentes emociones presentes en el rostro de la Mona Lisa.

Ahora, un nuevo equipo de técnicos nos sorprende mediante un análisis topológico de la pintura y nos proponen que el origen de la misteriosa sonrisa es debido a que, la señora en cuestión, acababa de dar a luz. Fascinante lo que se puede deducir de una pintura de medio cuerpo de unos cuantos siglos de antigüedad aplicando técnicas modernas.

Me pregunto qué deduciría dicho equipo de cuadros como el de Goya, Saturno devorando a sus hijos. Tal vez que el pintor padecía de gota o de úlcera: a saber.

Esta noticia me ha recordado de La Fisognomía, de Jeffrey Ford.

La otra noticia, que no tiene ninguna relación con esta (espero) es que en Colombia, siguiendo los memorables pasos de Ronald Reagan en los Estados Unidos, han descubierto consternados que el Fiscal general del Estado tenía contratado como ayudante a un parapsicólogo que ejercía como tal.

Verdaderamente delicioso. ¿No les recuerda a Medium, esa peculiar serie de Cuatro en que una mujer dotada de precognición pone sus poderes al servicio de la justicia? A mí sí, desde luego.

Por último, un equipo de científicos croatas han descubierto un proceso que podría ayudar revivir células muertas, concretamente neuronas. A nadie se le escapa las enormes potencialidades de este descubrimiento en el campo de las enermedades neurovegetativas.

Uno que además es amante de la ciencia ficción, no ha podido de dejar pensar en uno de los grandes clásicos, precursor de la ciencia ficción moderna: Frankestein o el moderno Prometeo, de Mary Shelley.

Desde luego, la realidad sigue superando a la ficción y que siga así por mucho tiempo.