02 marzo 2020

Correlaciones: Cántico por Betelgeuse



Hace casi mil años que desde la Tierra no se observa una supernova en nuestra galaxia, lo suficientemente cercana a nuestro planeta como para que sea un espectáculo celeste, pero lo suficientemente lejana como para que no represente un peligro para nosotros.

Una de las candidatas favoritas a que se convierta en supernova es la estrella Betelgeuse, en la constelación de Orión, a unos 700 años-luz de nosotros, de la que hace más de tres décadas, Isaac Asimov escribió un ensayo titulado “El brazo del gigante”. Esta estrella está mostrando preocupantes cambios de brillo que parecen indicar que está en sus últimos momentos de vida.

Por supuesto, no sabemos cuándo estallará. De hecho, podría haberlo hecho ya y no habernos enterado, porque su luz tarda 700 años en llegar hasta nosotros. Lo que vemos en el cielo terrestre es la luz que salió de Betelgeuse hace 700 años.

Esta supergigante roja moribunda me recuerda a la serie Star Trek: Picard. En el universo de la Federación, la estrella del sistema estelar de Rómulo y Remo, planetas natales de los más antiguos enemigos de la Federación, se convirtió en supernova, tornando a la raza romulana en algo escaso y en peligro de extinción.

Algo parecido le sucede al sol de la Tierra en la novela de Arthur C. Clarke, Cánticos de la lejana Tierra (The Songs of Distant Earth, 1986), basada en el relato homónimo de 1958. En esta novela se describe a la Humanidad, escapando del Sistema Solar en dirección a otra estrella antes de que el Sol de la Tierra se convierta en supernova.

También me recuerda a la novela de Samuel R. Delany, Nova (Nova, 1968), en la que el rarísimo elemento Ilirión solo puede conseguirse del corazón de una estrella poco antes de que esta se convierta en nova.

Una supernova a una distancia prudencial de la Tierra sería un verdadero acontecimiento astronómico. Posiblemente, el evento del milenio. Se vería de día e iluminaría las noches terrestres durante un cierto tiempo. Pero hay que tener en cuenta que un espectáculo tan bello, también sería el resultado de la muerte dramática de una estrella. Una gran belleza a un terrible precio.