25 febrero 2020

Tocando el cielo


El 9 de enero del 2020 fallecía Mike Resnick, un destacado escritor estadounidense de ciencia ficción, nacido en 1942.

Resnick escribió algunas novelas del género con mayor o menor fortuna, como El germen (The Branch, 1984), Santiago: un mito del futuro lejano (Santiago. A Myth of the Far Future, 1986) o Marfil (Ivory, 1988).

Aunque tal vez, lo más interesante de su producción, sean sus relatos cortos. Algunos de ellos, verdaderas joyas, como: “Siete visiones de la garganta de Olduvai” (”Seven Views of Olduvai Gorge”, 1994), premio UPC 1994, Hugo 1995 y Nebula 1995; “He tocado el cielo” (”For I Have Touched the Sky”, 1989), “Flores de invernadero” (”Hothouse Flowers”, 1999) o “Las 43 dinastías de Antares” (”The 43 Antarean Dynasties”, 1997), premio Hugo 1998.

Muchos de sus relatos están ambientados en África, o mejor dicho, en una especie de Neoáfrica: el ciclo de Kirinyaga, como el delicioso “He tocado el cielo”, de una belleza y sensibilidad enormes. Resnick habla frecuentemente del pueblo de los kikuyus (Kenya) y del colonialismo, a veces literalmente y a veces en clave alegórica.

Especialmente ácido es el relato “Las 43 dinastías de Antares”, que aunque sucede en otro mundo, bien pudiera acontecer en Egipto. De hecho, recuerdo que leí en algún lugar, que cuando Lionel Messi visitó las pirámides de Egipto, mostró un total desinterés por estas, lo que me recordó inevitablemente a los turistas pasotas e irrespetuosos del relato de Resnick o a los terrestres que lanzaban latas de cierto conocido refresco a los canales marcianos en Crónicas marcianas (The Martian Chronicles), de Ray Bradbury.

Con Resnick se va otro clásico de la ciencia ficción, que aunque no perteneció a la generación dorada de los Asimov, Heinlein y Clarke, sí que ha aportado cosas interesantes al género. Espero que él también haya tocado el cielo.