11 febrero 2009

Los hechos de la vida / Graham Joyce

Éste es el segundo libro que me leo del autor, después de El fin de mi vida y, al igual que con el anterior, puedo decir que me ha encantado y he disfrutado enormemente con su lectura, hasta el punto de que la he retardado deliberadamente para poder paladearla mejor, cosa que me sucede más bien con pocos libros y con menos autores.

Los hechos de la vida relata la historia de una peculiar familia matriarcal de siete hermanas de Coventry durante y después de la II Guerra Mundial, regidas por una formidable madre, de fuerte carácter e ideas claras, en cuyo seno se esconde un secreto: algunos de sus miembros tienen una especial relación con el otro mundo. Es decir, pueden ver fantasmas y reciben mensajes de éstos.

Concretamente, es la historia del misterioso hijo de la séptima hija, -Cassi o Cassandra-, quien al igual que su tocaya griega puede percibir lo que va a suceder pero está condenada a no ser creída por nadie.

La prosa de de Joyce es sencilla y directa, pero terriblemente elegante y efectiva. La narración se divide en pequeños capítulos de temática cerrada que van haciendo avanzar la trama hasta su conclusión, momento en que todas las piezas del artificio literario cuadrarán.

Solamente en uno de los capítulos, el autor se permite un interesante y casi onírico flashback, que corresponde al terrible bombardeo alemán que arrasó Coventry y que está en el centro de todos los misterios de la novela.

Uno de los hechos más destacados es cómo el elemento fantástico se introduce de manera completamente natural en la narración y, aunque acaba siendo el principal centro de interés, está perfectamente integrado en la trama, que es profundamente adictiva y que explica las vicisitudes de esta peculiar y atípica familia inglesa.

Joyce nos plantea un universo local (él nació en Coventry), con una serie de elementos y personajes con muchos puntos de contacto con los de otras novelas. Así, la comadrona o la mujer liberada en una época en que no está de moda serlo, son comunes a varios de sus libros.

Espero que no sea el último libro de Joyce que se publica en nuestro país y que podamos seguir disfrutando de sus excelentes narraciones, a medio camino entre la fantasía y la realidad.

Sólo un apunte adicional: a pesar de la temática de fantasmas y espíritus, no se aprecia ningún elemento de terror sobrenatural. De hecho, en ningún momento la narración produce miedo (y soy especialmente sensible a ese tipo de narraciones), por lo que no acabo de entender por qué se ha incluído esta novela en una colección de terror. En fin, una pena, porque creo que debería estar más bien en una de fantasía, cosa que le haría más honor.