25 diciembre 2020

¿Transportes futuristas?

En la conocida película de ciencia ficción Regreso al futuro (Robert Zemeckis, 1985) aparecían patinetes voladores y en El quinto elemento (Luc Besson, 1997) había todo un submundo de coches, taxis y camionetas voladoras en las ciudades del futuro. También aparecían coches voladores en Hombres de negro (Barry Sonnenfeld, 1997), aunque como una tecnología “reservada”.

 

Pero parece que las cosas son bastante más mundanas y no tan coloridas. Eso sí, ¿quién nos iba a decir que tendríamos bicicletas eléctricas, patinetes eléctricos, segways o drones? A veces, la realidad no supera a la ficción, pero es capaz de sorprenderla y confundirla.

 

Los maglevs y los overcrafts no son de uso general ni son el transporte del presente, pero existen y tienen su mercado, aunque reducido, ya que los costes de mantenerlos en funcionamiento suelen ser prohibitivos.

 

En lo relativo a los maglevs, es posible que si algún día descubrimos superconductores a temperatura ambiente, se conviertan en algo habitual, pero hoy día, todavía gastan bastante energía.

 

Y por supuesto, lo que más se echa en falta, vistas las películas futuristas, son los coches voladores. No os penséis que yo particularmente esté esperándolos. Ya bastante saturados tenemos los altos cielos, solo nos faltaría contaminar y superpoblar los bajos cielos: más ruido, polución, accidentes y sería el fin de los pájaros.

 

Un sucedáneo de ellos, presentado recientemente, es una especie de coche volador a base drones. Aunque ni tiene la potencia, autonomía ni maniobrabilidad que esperaríamos de un cachivache futurista.

 

Lo que sí que parece que tiene un cierto futuro es el coche eléctrico. Hay varias tecnologías compitiendo: baterías eléctricas, hidrógeno, etc. Pero parece que los tiros van por ahí. Y una vez que la tecnología eléctrica se haya adueñado de las carreteras, veremos también cómo proliferan cada vez más los coches inteligentes que se conducen solos. La revolución está al llegar y si no nos extinguimos antes y hacemos colapsar la civilización, ahí nos estará esperando.