20 septiembre 2019

A veces veo OVNIs


Según un comunicado de las Fuerzas Navales de Estados Unidos, en los últimos años, se han producido diversos “incidentes” con OVNIs. Es aquello de que: yo no creo en los OVNIs, pero haberlos, haylos.

Los medios de comunicación han picado en anzuelo y en seguida han hablado de naves extraterrestres que realizaban maniobras imposibles a una gran velocidad. Vaya: lo de siempre. Unas imágenes borrosas y poco claras y en blanco y negro en las que no queda claro nada y mucho menos que estemos ante una nave extraterrestre.

Porque, me pregunto yo, ¿los supuestos extraterrestres no tienen otro pito que tocar que venir a la Tierra a realizar piruetas dignas de un festival aéreo? ¿Por qué no se ocultan? O si lo que quieren es que los veamos, ¿por qué no se muestran con más claridad? Vaya, ¿por qué no se colocan encima del Empire state Building de Nueva York o aterrizan en Washington y piden que los llevemos a hablar con nuestro líder?

A mí me suena a chamusquina. Más bien, a maniobra de distracción de algún asunto y esto de los OVNIs siempre funciona. Lo hacían hasta los soviéticos y no es la primera vez que lo hacen los estadounidenses.

Otra de las cosas que siempre me ha costado entender es la ecuación OVNI=Extraterrestre. ¿Por qué? Algo que escapa teóricamente a nuestra comprensión tiene que ser forzosamente extraterrestre. Me lo expliquen.

También hay teorías aún más peregrinas todavía, como naves secretas ocultas en una base de la Antártida fabricadas por los descendientes de científicos nazis, o visitas de seres de otras dimensiones. Por ideas más o menos coloridas y profundamente descabelladas, que no quede.

Lo cierto es que en un cielo plagado de satélites y en una superficie planetaria plagada de personas con teléfonos móviles dotados de cámaras por doquier, me parece extraño que no tengamos fotografías más nítidas y más abundantes de estos supuestos OVNIs. Y eso que vivimos en la era del Photoshop y la cosa podría ser de escándalo.

Pero la verdad es que los OVNIs ya no están de moda. Ahora se estilan otras cosas. Es posible que en el futuro tengamos un renacimiento del fenómeno, porque las modas son cíclicas, pero de momento nos tendremos que conformar con los Visitantes milagrosos de Ian Watson y su maravilloso Thunderbird para visitar la Luna.