26 octubre 2020

¿Un nuevo renacimiento?

Me he quejado muchas veces que vivimos tiempos anodinos, por llamarlos de alguna manera. Tras los ochenta y principios de los noventa, el género fantástico -y muchas otras manifestaciones literarias, musicales y artísticas- han ido a peor. ¿Qué entiendo por peor? Pues menos calidad, menos originalidad, menos memorabilidad. Más de lo mismo, más mediocridad, más nimiedad.

 

Aún a costa de caer en la falacia de “cualquier tiempo pasado fue mejor” y de la nostalgia por aquellos dorados veranos de nuestra infancia y juventud, lo cierto es que encuentro a faltar cosas interesantes y nuevas en el mundo del fantástico.

 

Es cierto que aparecen de vez en cuando algunas perlas, pero no hay una explosión generalizada de creatividad, que marque una época, que defina estéticas más duraderas que por unos pocos meses (o incluso semanas) y que pueda ser recordada en el futuro más o menos lejano.

 

Ahora, estamos viviendo una pandemia. Hemos estado mucho tiempo recluidos y nuestras actividades se han restringido. Hemos tenido tiempo hasta para aburrirnos y eso creo que es maravilloso. El aburrimiento es la base, la semilla de la creatividad.

 

Está por ver si la inspiración habrá encontrado a los presentes genios trabajando, pero en todo caso, se abren perspectivas nuevas de un renacimiento cultural. Un replanteamiento de las cosas, de las tendencias, de las modas, del futuro que queremos y por supuesto del arte.

 

Es cierto que tras los períodos históricos más oscuros y ominosos, como las grandes epidemias, las grandes guerras y las grandes hambrunas, aparecen momentos de explosión luminosa en el intelecto humano.

 

¿Será nuestra época uno de ellos? ¿O será solo un breve intervalo entre dos períodos aburridos y mediocres que no aportarán gran cosa a la historia del arte y de la creación universales?

 

Lo veremos y lo veremos pronto. Estemos atentos a lo que surja. Me gustaría llevarme una sorpresa (positiva) para variar.