12 octubre 2020

Primer centenario: Asimov vs. Bradbury

Este año celebramos el centenario del nacimiento de dos ilustres escritores de ciencia ficción, de dos de los grandes: Isaac Asimov y Ray Bradbury. Ambos nacieron en 1920. El primero en Rusia, aunque emigró con sus padres de muy pequeño a Estados Unidos, concretamente a la ciudad de Nueva York, al barrio de Brooklyn.

 

Ray Bradbury, en cambio, nació en Waukegan, una pequeña ciudad del estado de Illinois, junto al lago Michigan, en los Estados Unidos, también, aunque en un entorno bastante diferente al de Asimov.

 

Ambos son conocidos como autores de ciencia ficción. Asimov, lo es especialmente por sus relatos de robots y por sus novelas de la Fundación, el Imperio Galáctico y también de robots.

 

Bradbury también es conocido por sus relatos, especialmente los contenidos en las Crónicas marcianas y por su tremenda distopía Fahrenheit 451.

 

Estilísticamente fueron muy diferentes. Bradbury era más literario y eminentemente metafórico y poético, mientras que Asimov era muchísimo más sencillo y directo. No era muy amigo de las florituras literarias. En cambio, desarrollaba unas tramas bastante interesantes, muy cercanas al thriller.

 

Ideológicamente hablando, podríamos decir que Bradbury era más bien tirando a conservador. Sin ser abiertamente homófobo, por ejemplo, tenía una opinión bastante arcaica sobre la homosexualidad, que en cambio Asimov aceptaba como natural. En cambio, Bradbury, muestra en sus Crónicas marcianas un verdadero canto contra la xenofobia.

 

Asimov era de origen judío, aunque era agnóstico y muy escéptico. En lo político se identificaba con el ala progresista del partido demócrata, hasta que partió peras con ellos por la oposición de estos a la energía nuclear, que defendía Asimov.

 

Asimov fue conocido por sus posturas a favor de la igualdad de la mujer, en contra de la superpoblación y, por tanto, a favor del control de la natalidad, que él consideraba una de las principales preocupaciones de la Humanidad.

 

En lo económico, a Bradbury no le fue tan bien como a Asimov, quien tal vez disfrutó de pingües beneficios gracias a la enorme cantidad de libros que escribió y a que dejaba que pusiesen su nombre a casi cualquier cosa en la que él hubiese intervenido mínimamente, cosa que algunos le criticaron ácidamente en muchas ocasiones (Charles Platt, dixit: gracias Nacho por dejarme el artículo).

 

Ambos cultivaron la poesía, aunque de géneros muy diferentes. Mientras que Asimov era un fanático de los limericks (poemas humorísticos de cinco versos), Bradbury era más clásico en lo que a estilo se refiere.

 

Ambos también cultivaron otros géneros. De hecho, Asimov los cultivó prácticamente todos y conocidos son sus libros de ensayo científico o sus novelas policíacas, mientras que Bradbury también destacó en el teatro o en los guiones para cine y televisión.

 

Por motivos muy distintos, ambos serán recordados como grandes del género y parece que aunque han pasado ya unos años después de su muerte (8 años en el caso de Bradbury, 28 en el caso de Asimov), su popularidad sigue bastante intacta y sus obras se siguen reeditando.