09 febrero 2007

Esperando a nuestro Homero

Hace tiempo, ya dediqué un post a una de las ideas que me corroen frecuentemente: la poca presencia de relatos fantásticos basados en el imaginario ibérico. Voy a insistir sobre el tema.

Últimamente me he estado documentando a fondo sobre las diversas mitologías ibéricas, que son increíblemente ricas y extensas. Hoy mismo me lo recordaba Instantón en su blog: El trasgu probabilista.

Lo cierto es que problemas no le faltan a nuestra mitología ibérica. Tal vez el más importante haya sido el desprecio del mundo intelectual hacia ésta, calificándola de mera superstición. Pero estos mismos intelectuales, exaltaban hasta las gloriosas alturas de la creatividad humana otra serie de supersticiones que, por el hecho de ser griegas o romanas, gozaban de la categoría de sublime.

Es cierto que la mitología greco-romana va acompañada de un corpus literario impresionante. Baste citar un par de obras maestras de la literatura universal: La Ilíada y La Odisea, amén de otras de reconocido prestigio, como Las metamorfosis o La Eneida.

Pero no todas las mitologías de “prestigio” tienen detrás un impresionante corpus literario. Así, las mitologías germánica y céltica, si bien tienen textos importantes que las sustentan, han sido desde siempre mucho más orales que escritas.

¿Por qué la península ibérica no tiene su propia mitología explícita? ¿Por qué no tenemos un panteón propio? Pues en buena medida debido al desprestigio de lo nuestro, de nuestros propios mitos. Es un mal endémico el considerar lo de fuera siempre como mejor que lo de aquí.

Cuando en los siglos XVIII y XIX, escritores de toda Europa recogieron la riquísima tradición oral en forma de cuentos (léase los hermanos Grimm, Andersen y otros), aquí no estábamos por la labor. Quién sabe la cantidad de hermosas y terribles historias que se han perdido. Aunque ya está en nuestra tradición el masacrar nuestra propia cultura. Cuando no lo consigue una guerra, lo lleva a cabo el desprecio y la indiferencia social.

Aun así, muchas cosas han persistido en forma de mitos y leyendas. Supongo que necesitamos nuestro gran escritor, ése que unifique las diferentes tradiciones y elabore una rica mitología a partir de los elementos preexistentes. Tal vez no llegue nunca. Pero la esperanza, nunca se pierde.

Está bien beber de Tolkien y de Lovecraft, de la mitología egipcia o de los nibelungos, de la saga de las islas Orcadas o de Beowulf, pero tanto en el norte como en el sur, en el este y en el oeste, así como en las islas, la península ibérica tiene fuentes innumerables de las que beber.

Mientras llega nuestro Homero, tal vez sería interesante ir allanando el camino y beber en las fuentes que nuestras propias culturas nos ofrecen. De personajes, historias y leyendas no andamos precisamente cortos.

1 Comments:

At 3:22 p. m., Blogger La Pimpinela Escarlata said...

Pues sí, aunque ya alguno de nuestros autores ibéricos ha introducido algunos personajes mitológicos o leyendas es algo que hecho muy en falta en nuestra fantasía. Pues no hay leyendas ni nada que darían para enciclopedias enteras del terror, y para historias de trasgos, diaños y follets, con sus ambigüedades morales y excentricidades.
O historias mitológicas marinas. Puf, es que hay tanto, tanto, que no hace falta ni siquiera recurrir a la imaginación para escribir una buena historia. No hay más que pescar en el oceáno de la mitología ibérica, y ser un buen escritor, claro ;).

 

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