06 marzo 2020

José Antonio Cotrina


Descubrí a José Antonio Cotrina (Vitoria, 1972) con el magnífico relato “Entre líneas”, sobre un mundo oculto en el mundo actual, de corte fantástico pero descrito con un fascinante realismo.

Más tarde pude leer otra de sus obras: “Lilith, el juicio de la Gorgona y La Sonrisa de Salgari” (1999), en la misma línea que el anterior, pero mucho más extenso e imaginativo.

Ambos comparten un universo mágico común que será posteriormente revisitado en la novela Las fuentes perdidas (2003). Por desgracia, el autor no ha vuelto estrictamente sobre esta ambientación (salvo en alguna breve incursión, como en “Destino Soberbia”), que yo considero interesantísima y de una gran atracción argumental.

La idea de “Hay otros mundos, pero están en este” (Paul Éluard, dixit) es bastante antigua. De hecho, de ella beben las historias sobre sociedades secretas, conspiranoias, hombres de negro y otras mandangas por el estilo. Pero Cotrina nos muestra un cosmos verdaderamente rico y fascinante que no he podido ver en ningún otro lugar.

Y eso que algunas ideas no son nuevas, pero su uso, sí que lo es. Por desgracia, la ciencia ficción no suele dar para medrar en este país y supongo que Cotrina quería vivir de su obra literaria, así que su más reciente producción, si bien sigue siendo de corte fantástica, se orienta más bien hacia la novela juvenil, como sucede con otros tantos autores del género.

En cualquier caso, os recomiendo encarecidamente que leáis alguno de los relatos/novelas que os comento. Creo que no os arrepentiréis. Especialmente, el de “Lilith, el juicio de la Gorgona y La Sonrisa de Salgari”, que a mí me cautivó. No en vano tiene como influencias, entre otros, a John Crowley y a Tim Powers.