12 enero 2010

La expansión inevitable

Carl Sagan decía, y hace poco Stephen Hawkings repetía, que a la larga, la única posibilidad de supervivencia de la Humanidad será salir al espacio y colonizar otros mundos. Este ha sido y es uno de los iconos básicos de la ciencia ficción de todos los tiempos.

¿Por qué estas prisas? Algunos agoreros dicen que no nos quedará más remedio que buscarnos otro mundo cuando nos carguemos éste. Podríamos decir que se trata de la estrategia del parásito, que cuando ha consumido al huésped, se busca otro para repetir la operación.

Siempre he tenido la sensación de que en el fondo somos unos parásitos y que no hemos entendido nada sobre sostenibilidad ni ecología, que lo único que hacemos es sonreír y poner etiquetas bonitas y hacer grandes discursos, pero que a la hora de la verdad no dejamos de ser unos parásitos de este precioso mundo que es la Tierra.

Pero aunque viviésemos en armonía con la Tierra, en una especie de Gaia idílica en la que la noosfera fuese la Humanidad y tal vez, en el futuro, alguna especie más, la Tierra es un lugar peligroso. Para empezar estás los asteroides y los cometas. Cada cierto lapso de tiempo, impacta alguno lo suficientemente grande como para cargárselo prácticamente todo.

La última visita fue el que se cargó a los dinosaurios y a buena parte de la vida sobre la faz de la Tierra. No es un peligro negligible, aunque puede ser detectable y cuantificable. Otra cosa es qué hacer si se nos aproxima un destructor de los mundos de tamaño considerable. Me temo que ni si quiera con nuestro actual armamento nuclear, que no está pensado para eso, podríamos hacer gran cosa. Especialmente si se presenta de sopetón, sin darnos demasiado tiempo a reaccionar.

Pero hay otras amenazas menos cuantificables e igual de nefastas. Una supernova cercana inundaría nuestro sistema solar de tal cantidad de radiación que la vida se tornaría inviable. Incluso una supernova situada a una distancia prudencial podría inutilizar nuestra ozonosfera y volver el actual problema del agujero en la capa de ozono en un detalle sin importancia.

¿Hay estrellas cercanas que pueden convertirse en supernova en un plazo reducido de tiempo? Por desgracia sí y unas cuantas. Es más, cada vez se descubren más y más.

Así pues, parece que eso de poner todos lo huevos en el mismo cesto no es una idea demasiado acertada. Si la Humanidad estuviese distribuida a lo largo y ancho de una amplia región galáctica, las posibilidades de supervivencia se multiplicarían notablemente.

Claro que, dadas las distancias y la previsible incomunicación entre las diferentes ramas de la Humanidad, al final acabaríamos teniendo diversas especies diferenciadas muy distintas las unas de las otras, especialmente si se dedican a manipular su propio genoma.

Así pues, la Humanidad, como algo unitario tal vez sea una excepción en la línea temporal. Tal vez sólo puede existir un cierto tiempo y mientras esté confinada en un planeta. Tal vez la diversidad y la diferenciación sean el precio a pagar por la supervivencia.