20 diciembre 2006

Diez años sin Carl Sagan

Hoy se cumplen diez años de la desaparición del astrofísico y divulgador norteamericano Carl Sagan, más conocido a nivel mundial por la serie de divulgación Cosmos.

Carl Sagan fue un maestro de la divulgación y de la comunicación. Tanto Cosmos como sus libros han inspirado a multitud de personas a seguir una carrera científica o, simplemente, a aumentar sus conocimientos sobre la ciencia y el Universo en general.

Sagan es uno de esos científicos que renunció en parte a su carrera dentro de la ciencia para poder acercarla al público en general. Prueba de que lo consiguió es el enorme éxito que Cosmos ha tenido en cuanto a audiencia en todas las televisiones en que se ha emitido y de la fama personal del propio Sagan.

Como otros científicos mediáticos, tales como Jacques-Yves Cousteau, Gerald Durrell o Félix Rodríguez de la Fuente, Carl Sagan pasará a la historia dentro de la memoria colectiva más por su imagen de divulgador televisivo, ataviado con su clásica chaquetilla marrón claro, que como miembro destacado del cuerpo científico.

Esta función de divulgadores científicos era reclamada por gente como Isaac Asimov que, muchas veces se quejaron amargamente por no ser considerados seriamente dentro del mundo científico por su labor divulgadora.

Pero la divulgación es imprescindible si queremos evitar que la gente vea la ciencia como una jerigonza incomprensible, en la que sus miembros hablan en clave, mediante un lenguaje incomprensible y sobre cosas que aparentemente no tienen nada que ver con la realidad ni los problemas cotidianos.

Además, la ciencia depende en buena medida de subvenciones públicas y éstas son concedidas por los políticos, que rara vez suelen tener formación científica y que, además, son representantes electos de una masa popular con todavía menos conocimientos científicos.

Por ello son tan importantes figuras como Carl Sagan, que actúan como un puente tendido entre el rigor científico y la mentalidad popular. Y si alguien no lo cree posible que le eche un vistazo de Cosmos, tanto en su formato escrito, como en el televisivo.

También realizó Sagan una breve incursión en el mundo de la ciencia ficción, con su conocida obra Contacto, llevada posteriormente al cine por Robert Zemeckis y con una magnífica Jodie Foster en el papel protagonista de Ellie Arroway. Tal vez no sea una obra maestra de la ciencia ficción, pero es una interesante discusión entre fe y racionalidad y también nos hace reflexionar sobre las grandes cuestiones filosóficas: ¿quiénes somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos? ¿hay alguien más ahí?

El último libro escrito por Sagan antes de morir fue, El mundo y sus demonios, que lleva por subtítulo La ciencia como una luz en la oscuridad. Se trata de una obra extraordinaria, un verdadero testamento científico del legado de Sagan, lectura imprescindible para cualquier mente racional y crítica.

Os dejo con esta recomendación como homenaje y me gustaría citar también una de las frases con que se abre Cosmos: El Cosmos es todo lo que fue, es o será alguna vez. Es de esas frases que enganchan y maravillan por su sencillez y su potencia. Descanse en paz, Carl Sagan.

2 Comments:

At 11:17 p. m., Blogger La Pimpinela Escarlata said...

Pues no lo sabía. Uno de sus libros me hipnotizó en su momento y no se me ha pasado el efecto: "La conexión cósmica". Siempre vuelvo a él, a releer cosas, no sé me atrae. Y eso que está más que desfasado en la mayor parte de los temas que trata. Pero da igual. Eso es lo que distingue al los grandes maestros de la divulgación como Asimov, Sagan, Gamow o Feynman (que tiene alguna cosilla de divulgación muy buena) del resto. La pena es que no siempre los mejores científicos han sido buenos divulgadores, y casos como el de Feynman son raros. De hecho la crítica de Asimov es muy acertada. Gamow ha sido poco reconocido y se ha quedado más cómo divulgador o popularizador en al comunidad científica de la teoría del big bang, cuando en realidad se cuentan muchas aportaciones suyas relevantes en física.
Y seguimos igual, muchos librillos de divulgación pero la gente sigue en sus torres de siempre.
Sagan tiene algunos otros libros buenos como "El cerebro de Broca". Creo que los de esa época eran mejores que los últimos, aunque el del mundo y los demonios está muy, pero que muy bien.
Seguramente Sagan se lo pasaría en grande con los descubrimientos de la Cassini sobre Titán, tema sobre el que escribió unos cuantos artículos. Rindamosle un homenaje hablando más de estos temas en los blogs, aunque algunos ya lo hacemos ;).

 
At 5:05 a. m., Blogger Novecentous said...

No puedo dejar de recordar entrañablemente a alguien que dió tanto a los demás de manera tan brillante. No que la calidad de su obra científica fuera menor. Carl Sagan contribuyó a la concepción de los primeros programas de exploración de Marte (Sondas Viking) y dió un porque a las altas temperaturas registradas en Venus sugiriendo el hoy tristemente famoso efecto invernadero. Carl Sagan contribuyó también a diseñar el famoso mensaje estelar dirigido a otros seres, en otra mota de polvo estelar como la Tierra, que puedan en el futuro encontrar las sondas Voyager en su viaje por el Universo. Sin embargo, su obra científica queda ofuscada por la cuantía, calidad y sobre todo su compromiso personal por la divulgación de la ciencia. Carl Sagan ya no está con nosotros para seguir guiándonos en la tan necesaria búsqueda de respuestas a preguntas cosmológicas de manera científica a la par que mística. Pero lo que es seguro es que su mensaje perdura en nosotros. Gracias, Carl Sagan.

 

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