26 septiembre 2008

Oriente en el espacio

En la novela 2010. Odisea dos de Arthur C. Clarke, los chinos conseguían llegar a la luna joviana Europa antes que los rusos y los americanos. Clarke anticipaba lo que entonces no era nada evidente: que China está a punto de convertirse no sólo en una superpotencia económica, sino también en una superpotencia espacial.

A finales de año, China probará un nuevo sistema de propulsión para cohetes que podría convertir en más que factible el viaje a Marte y permitiría enviar una nave al planeta rojo en poco menos de 7 semanas.

Aunque el sistema está todavía en pañales, podría significar un avance fundamental en la carrera espacial y son los chinos y no los norteamericanos, ni los rusos, ni los europeos, quienes parece que están mostrando mayor interés por la un tanto exangüe carrera espacial.

Tal vez esto anime a las potencias occidentales a esforzarse un poco más. Parece que últimamente nos habíamos acostumbrado a oír tan sólo noticias de la Estación Espacial Internacional (ISS) en lo referente al espacio y poco más. Es posible que los futuros candidatos a astronauta, más que inglés deban aprender pronto el mandarín.

Por otro lado, al parecer los japoneses estarían desarrollando un proyecto de ascensor orbital, también imaginado por Arthur C. Clarke, esta vez en Las fuentes del paraíso y con un mecanismo similar al de la novela: un filamento extraordinariamente resistente de la nueva generación de materiales nanotecnológicos.

Este material debe resistir el peso del ascensor y ser unas 180 veces más duro que el acero, pero lo suficientemente liviano como para que los 36.000 Km existentes entre la superficie del planeta y la órbita geosíncrona (por cierto, llamada también órbita de Clarke) donde se estacionaría un satélite-plataforma, no sean un impedimento.

Así pues, tal vez pronto podamos visitar un hotel espacial tomando un ascensor. Eso sí, las instrucciones en japonés. Ya me veo aprendiendo lenguas orientales si quiero echar un vistazo a lo que hay ahí fuera...

1 Comments:

At 5:19 p. m., Blogger PECE said...

Existe un libro anterior al de Clarke de Charles Sheffield que se titula: La telaraña entre los mundos.
Ambos libros se centran en la construcción del ascensor espacial, por lo que se ha especulado mucho sobre quien pudo plagiar a quien ya que ambos se publicaron casi al unísono (con predominio de los que piensan que fue Clarke).
A pesar de todo, el tema del ascensor espacial no es originario de la ciencia ficción sino que: "El concepto fue formulado tal y como se le conoce hoy en día, por el ingeniero ruso Yuri Artsutanov en 1960, dentro de un artículo del diario Pravda ("To the cosmos by electric train"), aunque reconocía que la resistencia a la tracción necesaria para construir el cable no podía obtenerse con ningún material conocido en ese momento."
http://es.wikipedia.org/wiki/Ascensor_espacial
Parece que hoy en día ya comienzan a aparecer materiales lo suficientemente resistentes....

 

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