06 agosto 2008

Ópera ficción

Es como mínimo curioso relacionar un espectáculo tan tradicional como es la ópera con algo como la ciencia ficción, aunque desde luego tienen muchos elementos en común, ya que ambas son construcciones que pretenden narrar algo, ya sea literariamente, ya sea musicalmente, ya sea de ambas maneras.

Algunas de las metareferencialidades que tanto gustan hoy día en la ciencia ficción de autores como Christopher Priest o Jasper Fforde, eran la mar de comunes en la ópera verista de finales del siglo XIX e inicios del XX, como en Pagliaccio, de Ruggero Leoncavallo.

Una conocida referencia a una ópera en una obra de ciencia ficción la encontramos en ¿Sueñan los androides en ovejas eléctricas?, de Phillip K. Dick, en donde se cita el conocido duetto "Könnte jeder brave Mann" de La flauta mágica de W. A. Mozart, entre Pamina y Papageno.

En la película El quinto elemento, de curiosa estética futurista, no sólo abundan las ensaladas de tiros (recordemos que el protagonista es Bruce Willis), sino que también aparece una peculiar escena de ópera, interpretada por una soprano alienígena que parece salida de La guerra de las galaxias.

Por cierto, en la archiconocida saga de George Lucas, también aparece una escena de algo parecido a una ópera abstracta en La venganza de los Sith. ¿Motivo? Supongo que quieren ir aproximando la estética de la saga a la época imperial y uno de los espectáculos típicamente asociados a los emperadores modernos es la ópera.

En Star Trek se nos muestra, con un cierto sarcasmo, la última moda en óperas: la ópera Klingon. Incluso en uno de los episodios (Reunificación), podemos ver al teniente Worf recitando una cacofónica aria de Aktuh and Maylota, acompañado al teclado por una intérprete con cuatro manos.

También dentro de Star Trek, esta vez en ST: Voyager, tenemos al curioso personaje del Doctor holográfico (Robert Picardo), muy aficionado a cantar arias de ópera y que intenta convencer a su pupila, la borg Seven of Nine (Jeri Ryan) de que cante un duetto con él. Por cierto, ambos actores tienen bonitas voces.

Incluso podemos encontrar óperas de ciencia ficción, como es el caso de la distópica adaptación de 1984 de George Orwell, llevada a cabo por el director de orquesta, Lorin Maazel.

Otro ejemplo más es la novela de Stanislaw Lem, Cyberíada, convertida en ópera por Krzysztof Meyer, cuya música contiene elementos del jazz y algunos experimentos de carácter sonoro.

O incluso películas de ciencia ficción, convertidas posteriormente en óperas, como es el caso de La mosca, de David Cronenberg, sobre una composición de Howard Shore, escenografía del propio Cronenberg y dirigida por Plácido Domingo.