27 enero 2016

Tráfico de piel



Hace unos días saltó el rumor de que al parecer le habían ofrecido a George R. R. Martin llevar a la televisión en formato de serie uno de sus relatos de fantasía. Concretamente, “Tráfico de piel”, contenido en la tercera parte de su biografía literaria “Un corazón atribulado”, publicado por Gigamesh.

El relato narra las aventuras y desventuras de Willi, un licántropo asmático ayudado por una amiga en unas pesquisas detectivescas en una ciudad dominada por un clan de vampiros.

La idea es bastante original y la trama se aleja bastante de las historias edulcoradas de vampiros adolescentes que nos asolan últimamente por todas partes. La historia contiene, además, retazos de otra historia de terror sobrenatural bastante curiosa.

Debo reconocer que las historias de vampiros no me dicen gran cosa, pero que este cuento me encantó. Sería interesante que cuando Martin acabe de cumplir sus compromisos con la HBO, vuelva su pluma hacia el universo de Willi, porque creo que el personaje se merece más líneas narrativas.

Siempre he dicho que lo mejor de Martin está en sus relatos. Ya sé que actualmente es mundialmente conocido por sus novelas de Canción de Hielo y Fuego, sobre todo gracias a la serie de televisión que de ellas se está haciendo, pero a mí me encantan los relatos de Martin, que es un genio de la narrativa corta, especialmente creando xenomorfos.

Veremos si el rumor se convierte en realidad y podemos ver al vampiro asmático y su compañera en la pequeña pantalla. La cosa promete.

18 enero 2016

Rememorando el pasado



Ted Chiang es de los autores que suele poner el dedo en la llaga. Así lo vuelve hacer en el interesante relato “La verdad de los hechos, la verdad del corazón” contenido en la antología “A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos”.

En él se nos muestra una tecnología que permite examinar cualquier aspecto de la vida pasada de una persona a través de una memoria perfecta que acumula los recuerdos.

Todos sabemos que la memoria es muy traicionera y que, además, tiende a ir reconstruyendo continuamente los hechos pasados, por lo que no suele ser muy fiable, especialmente cuando se entremezcla con sentimientos poderosos.

Lo que en apariencia y sin entrar en grandes análisis debiera ser una bendición que nos permitiría comprobar fiablemente nuestros recuerdos, acaba convirtiéndose en una verdadera pesadilla: a veces es mejor olvidar o dejar las cosas como están que no remover entre las cenizas del pasado.

El relato tiene un cierto parecido con el bello relato de John Crowley “Nieve”, aunque el enfoque es bastante distinto. En “Nieve” la vida de una persona es grabada pero no puede ser consultada de manera secuencial, al tiempo que conforme se muestra, se va desdibujando de manera granulada.