30 enero 2009

Correlaciones: Enfants terribles

Uno de esos temas que la ciencia ficción ha tratado a veces de manera fascinante es la educación de los niños. Especialmente la educación de niños "especiales", ya sea porque son conflictivos de per se, ya sea porque tienen determinadas capacidades excepcionales (inteligencia, manipulación, etc).

Uno de los primeros que me vienen a la memoria es el estremecedor "Absalón" ("Absalom", 1946) de Henry Kuttner, publicado en la recopilación Órbita de alucinación, en el que un niño con capacidades mentales especiales es capaz de manipular a su entorno. ¿Cómo se educa un niño que no conoce límites, a quien no se puede conducir y menos castigar cuando hace algo inapropiado?

Otro enfoque, algo más positivo, pero en el límite, lo encontramos en "Ojo por ojo" ("Eye for Eye", 1987), de Orson Scott Card, contenido en la antología Mapas en un espejo, en que el protagonista es un adolescente capaz de provocar enfermedades mortales en quienes le rodean.

La existencia de estos niños difíciles no siempre es producto del destino. Puede ser perfectamente buscada. Tal es el caso de El juego de Ender (Ender's Game, 1985), también del escritor de Orson Scott Card, en que unos niños superdotados geniales son entrenados para asumir funciones militares para derrotar a un peligroso enemigo de la Humanidad.

Finalmente, con un enfoque claramente positivo y mucho más utópico, tenemos "Los primeros hombres" ("The First Men", 1960), de Howard Fast, publicado en la antología El filo del futuro, en que se desarrollan las tesis roussonianas de que el hombre es bueno por naturaleza y que es la sociedad quien lo corrompe, aplicando estas ideas a la educación de niños superdotados.

El problema siempre suele ser la autocontención. ¿Cómo enseñar disciplina a un niño que no puede ser castigado o cuyas rabietas pueden poner el peligro a todos a quienes rodea? No es algo muy diferente a lo que nos encontramos hoy día, en que el niño se ha convertido en un ser poco menos que sagrado al que no se puede corregir ni forzar. Y claro, así salen...

29 enero 2009

¡Banzai!

Hace poco, un científico anunció que próximamente, gracias a los avances médicos que surgirán de los estudios del genoma humano, el hombre podría llegar a vivir hasta mil años. No se me ocurre mayor pesadilla sociológica que humanos milenarios.

Imaginad la equivalencia: alguien nacido en plena Edad Media, sería un respetable ancianito, a lo mejor ocupando responsabilidades de mando. No quiero ni imaginarme las repercusiones sociales y científicas que una humanidad milenaria conllevaría.

Para empezar, habría una tremenda crisis demográfica sin precedentes. Es evidente que la Tierra no podría sostener un crecimiento poblacional similar al actual. Ello llevaría a limitar los nacimientos, cosa siempre muy peliaguda. Pero es que los jóvenes se convertirían en un bien escasísimo.

¿Qué sucedería con la innovación y la renovación propias de las etapas más tempranas de la vida? ¿Se detendría el progreso social , científico y filosófico? ¿No estaríamos gobernados por una terrible gerontocracia que, para mayor inri, se conocería todos los trucos y resortes del poder debido a su dilatada experiencia?

¿Qué tipo de vidas insulsas viviríamos? Si mucha gente se aburre cuando llega a los 65 años y se retira, no quiero imaginarme qué pasaría con una vida media de mil años. Claro que, si se mantuviesen las proporciones, ¿no tendríamos que trabajar hasta los 650 años?

Bien mirado, esto de tener una vida extremadamente longeva no parece ningún regalo. Más bien, es un regalo envenenado. Eso sí, el viaje a las estrellas quedaría abierto. Un viaje de los sistemas estelares más próximos de 60 ó 100 años no sería tan terrible. No harían falta arcas generacionales. Una misma persona podría ir y volver a las estrellas con una repercusión vital similar a la que implicaban los viajes transcontinentales en el Renacimiento.

¿Qué sucedería con el cerebro? No creo que esté preparado para una vida de diez siglos. ¿No se irían difuminando los recuerdos de nuestra infancia hasta desaparecer? ¿No sería como vivir varias vidas en un mismo cuerpo, como tener varias personalidades con el transcurrir de los siglos?

La ciencia ficción ha tocado el tema de la inmortalidad o de las vidas longevas en multitud de ocasiones. Así tenemos Este día perfecto, de Ira Levin; la serie de los robots de Aurora de Asimov (Bóvedas de acero, El sol desnudo, El robot del amanecer y Robots e Imperio); La nave de un millón de años, de Poul Anderson; Compradores de tiempo, de Joe Haldeman; La compañía del tiempo, de Kage Baker o Los ojos de Heisenberg, de Frank Herbert.

En cualquier caso, cuesta de imaginarse todas, o si quiera, las principales repercusiones que conllevaría para nuestra sociedad y para nuestro planeta una Humanidad excesivamente longeva.

28 enero 2009

Un incidente más bien desconcertante

Acabo de ver en DVD la última película de M. Night Shyamalan, El incidente (The Happening, 2008) y debo decir que me ha dejado bastante frío. En general, me gustan todas las películas de este director, pero ésta no ha acabado de llegarme, a pesar de que el tema creo que daba mucho de sí.

Para empezar, desde el principio parece bastante claro lo que está pasando y, la verdad, eso de las plantas exhalando neurotoxinas aleatoriamente me parece un tanto rocambolesco. Se le ve claramente el plumero que va en plan reivindicativo del tipo: "estamos haciendo daño a la Tierra y ésta se va a vengar".

Lástima, porque el tema de las abejas, por ejemplo, creo que daba más de sí y podía haberlo conectado de alguna manera más sofisticada con la trama. Pero queda como algo disperso, como otras ideas que se van desgranando a lo largo de la película.

Pero tal vez, la mejor manera de expresar mi decepción, sea diciendo que la falta algo. No tiene la poesía de La joven del agua, ni la tensión de El bosque, ni toca ningún gran tema, como en Señales, ni tiene un final sorprendente, como en El protegido o en El sexto sentido. Simplemente, es bastante anodina.

Una escena, como la de los trabajadores lanzándose al vacío, carece completamente de tensión. Es perfectamente previsible. Y eso de huir del viento, la verdad es que no parece muy realista.

Añadámosle la poca expresividad del actor principal, Mark -calconcillos- Wahlberg y los personajes sacados de otras películas, como el matemático a lo Malcolm de Parque Jurásico o la anciana de la casita aislada, que parece una reencarnación de la vieja de Psicosis.

En fin, que en mi opinión es una película un tanto fallida, porque no consigue hacer demasiado creíble lo que pasa ni te acaba de implicar en la trama. Eso sí, hay que reconocer que algunas escenas son bastante impactantes, como la de la pistola que va pasando de mano en mano, pero poco más.

23 enero 2009

Canciones perdidas - Los cuentos ocultos: Mapas en un espejo (V) / Orson Scott Card

El último libro de relatos de Card, sobre todo si os los compráis fraccionados, no merece la pena: es simple material de relleno. Se trata de una colección de relatos para completistas o para estudiosos de la literatura de Card, pero sin mayor trascendencia para la literatura fantástica.

Contiene los relatos seminales que dieron lugar, posteriormente, a sus conocidas novelas El juego de Ender, Pájaro cantor y Alvin Maker, seguidos de unos relatos difícilmente clasificables y de otros relacionados con la literatura mormona.

En fin, que sin restarles interés, a mí no me ha apetecido leerme (salvo un par) así que no los voy a comentar.

Aprovecho aquí para hacer la valoración global de este libro, atroz y dolorosamente fraccionado en cinco volúmenes de bolsillo -que no se venden precisamente a precio de ganga. Se trata en su conjunto de una buena colección de relatos de literatura fantástica, que van desde la ciencia ficción más tradicional, pasando por la ciencia ficción soft, hasta los relatos estrictamente fantásticos.

En la mayoría de ellos se aprecia una clara intención moralizante y habitualmente el bien triunfa sobre el mal o los despreciados son finalmente vengados. Algunos son claramente rompedores en las formas, mientras que la mayoría son bastante clásicos.

Personalmente destacaría: "Ejercicios de respiración profunda", "Censura previa", "Mil muertes", "Vida de perros", "El Originista", "Sonata sin acompañamiento", "La magia de la arena", "Los monos creían que todo era jolgorio", "Dioses Mortales" y "Ojo por Ojo".

22 enero 2009

Milagros crueles - Cuentos sobre la muerte, la esperanza y lo sagrado: Mapas en un espejo (IV) / Orson Scott Card

En esta cuarta fracción de los relatos de Card, se presentan algunos de los mejores relatos de la colección, desde los que van de una simplicidad elegante, hasta los más descabellados.

En la primera línea se encuentra "Dioses Mortales", en el que se produce un primer contacto con unos peculiares extraterrestres inmortales cuyos dioses son... mortales y que han recorrido larguísimas distancias solamente para poder tratar con los humanos, que son mortales. El relato invierte los roles tradicionales de mortalidad versus inmortalidad de una manera bastante curiosa.

"Gracia Salvadora" es un relato muy firme sobre la fe, los telepredicadores y los milagros. Un chico paralítico es capaz de realizar curaciones milagrosas, salvo curarse a sí mismo. El cuento nos muestra la América profunda de telepredicadores y charlatanes venidos a más y de estafadores profesionales.

"Ojo por Ojo" es sin duda alguna uno de los mejores relatos de Orson Scott Card. Con un cierto aire a Ojos de fuego de Stephen King, la narración nos cuenta la historia de un joven dotado con el poder de hacer enfermar a quien quiera con sólo desearlo, así como de sus peculiares y fanáticos parientes y de quienes quieren acabar con ellos.

"El cuento de Santa Amy" nos describe un mundo en que algunas personas se convierten súbitamente en ángeles exterminadores cuya función es eliminar todo rastro de civilización de la superficie de la Tierra. Inquietante.

"Carne de Rey" es un relato de ficción ligeramente gore y no apto para estómagos sensibles, que nos habla sobre el colaboracionismo y sobre el crimen y castigo de los colaboradores cuando los opresores son derrocados.

Finalmente, "Sagrado" es una historia ambientada en Worthing y trata sobre un antropólogo atrapado en una guerra entre dos pueblos en un remoto planeta, así como sobre conceptos comunes como el honor y extraños, como las curiosas costumbres funerarias de los habitantes del planeta.

En definitiva, una buena selección de relatos, entre los que me quedo con "Ojo por ojo" y "Dioses mortales".

21 enero 2009

Fábulas y fantasías: Mapas en un espejo (III) / Orson Scott Card

La tercera parte de los cuentos de Card está dedicado a las fábulas y a las historias que podríamos catalogar de fantasías más o menos moralistas.

En "Sonata sin acompañamiento" se describe un mundo en el que todo el mundo es feliz gracias a que, desde pequeños, todas las personas son asignadas a la profesión que se supone les hará más felices. Pero siempre hay gente que no está de acuerdo con las normas. El relato es ciertamente estremecedor y es un canto a la libertad.

En "Un largo viaje para matar a Richard Nixon" se trata el tema del perdón y de la redención. De hecho, hoy día casi podríamos cambiar a Richard Nixon por George W. Bush. La narración está explicada desde la óptica de la concesión de un deseo, cosa que se repite en "Mujer media", con un final a lo Pícnic junto al camino, en donde se nos cuenta que a veces es mejor que no se cumplan nuestros deseos. Y en la misma línea, "El Mejor Día", en donde se nos previene acerca de lo que deseamos, porque podría hacerse realidad.

"La salamandra de porcelana" es una delicada fábula-cuento sin mayor trascendencia, pero muy bellamente narrada.

"El Bruto y la Bestia" es una versión modernizada y más irreverente de "La bella y la bestia". Se trata de una historia medieval sobre la marginación, la amistad y la falsa amistad, la ambición y lo duro que puede ser asumir la verdad.

En la misma línea medievalizante, "La Princesa y el Oso" es otra fábula, esta vez sobre el amor y sobre cómo puede ser de peligroso el amor, que nubla nuestros sentidos y nos impide ver la realidad.

"La magia de la arena" es una fantasía oscura sobre la ambición de un joven en convertirse en un poderoso mago a fin de poder vengar la muerte de sus padres por parte de unos enemigios despiadados. Curiosamente, la narración tiene en su primera mitad ciertas connotaciones con el mundo de Bárbol, el personaje de El Señor de los Anillos.

"Plaga de mariposas" es una fantasía extraña sobre un reino oculto habitado por extraños seres y regido por peculiares reglas. Puede interpretarse en clave de ciencia ficción, aunque está escrito más bien como una fantasía.

Finalmente, "Los monos creían que todo era jolgorio" es un magnífico relato con claras resonancias a Cita con Rama de Arthur C. Clarke y muy en la línea de sus continuaciones. El descubrimiento de un extraño objeto asteroidal acaba conectado con el exceso de población y con la solución a buena parte de los conflictos étnicos y regionales de la Tierra. Se trata de el único relato del libro que, aunque también contiene elementos fantásticos, podría etiquetarse claramente como ciencia ficción.

Tal vez una de las características más interesantes de los relatos de Card es que sus relatos de ficción no se basan en una sola idea, sino que suelen hacer uso de dos o más ideas combinadas, lo que les da una mayor potencia y realismo.

Así, en "Los monos creían que todo era jolgorio" se combina el drama de las guerras de África con los hábitats espaciales; en "Sonata sin acompañamiento" se explota tanto la idea de la libertad y la felicidad como el de los niños prodigio. Y así sucesivamente.

20 enero 2009

Fundados temores

La noticia que hace años que temo oír al fin ha llegado: Roland Emmerich va a llevar Fundación de Isaac Asimov al cine. No es el primer intento, aunque podría ser el último, si las cosas prosperan. Esta vez parece que van en serio.

No tengo nada en contra de que lleven las novelas al cine, pero precisamente ésta va a ser difícil de adaptar. Al menos sin cargarse la mayor parte del argumento. Pensemos que, Fundación no es estrictamente una novela, sino un fix-up de relatos cortos, ambientados en épocas diferentes, aunque con una cierta continuidad argumental.

Creo que si querían llevar este libro a la pantalla, el formato televisivo hubiese resultado mucho más adecuado. Pero no. Parece que la fiebre desatada por El Señor de los Anillos ha tocado de pleno la obra del buen doctor.

Al parecer, "si funciona" la película en cuestión, hay la intención de rodar Fundación e Imperio y Segunda Fundación. La cosa tiene su gracia, porque ambas tienen una estructura doble que, a menos que se altere de mala manera, va a representar que partes importantes de las novelas van a ser claramente mutiladas o chamuscadas.

Después de llevar al cine Yo, Robot (que ni he visto ni pienso ver) y El hombre bicentenario, que a pesar de las feroces críticas de muchos asimovianos, creo que conserva bastante bien el espíritu del libro original, tengo mis serias dudas de que esta película vaya a ser ningún hito destacable de la ciencia ficción cinematográfica.

Además, no me extrañaría nada que hubiese hasta cambios de sexo. En la Fundación original apenas hay mujeres y desde luego, no hay historias de amor. Como no tiren del argumento de las precuelas Preludio a la Fundación y Hacia la Fundación, me temo que alguno de los personajes principales se va a convertir en mujer.

O eso o se sacarán de la manga alguna historia absurda que no tendrá ni pies ni cabeza pero que permitirá elevar la cuota de público satisfecho de la película. En fin, que me temo lo peor.

16 enero 2009

¿Esto es un top ten?

Según el diario inglés The Times, los diez mejores libros de ciencia ficción de todos los tiempos son:

La nave de un millón de años, de Poul Anderson
La radio de Darwin, de Greg Bear
Las crónicas marcianas, de Ray Bradbury
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick
Solaris, de Stanislav Lem
Canopus in Argos, de Doris Lessing
20.000 leguas de viaje submarino, de Julio Verne
La guerra de los mundos, de H. G. Wells
Los humanoides, de Jack Williamson
El día de los trífidos, de John Wyndham

La verdad es que la lista sorprende bastante por la peculiar selección que el autor ha hecho. Por ejemplo, ¿Canopus in Argos? ¿Tan bueno es este libro o simplemente había que incluirlo porque Lessing es muy conocida?

Así, podríamos dividir la lista en tres bloques: los grandes clásicos, como el libro de Verne o de Wells; los indiscutibles (Solaris o Crónicas marcianas); y el resto.

No tengo nada en contra del libro de Wyndham, aunque me temo que el hecho de que sea británico debe haber influido notablemente en su selección. Tampoco nada qué decir sobre Los humanoides, que a mí me encantó, aunque difícilmente lo hubiese incluido en una lista tan restrictiva.

Sobre el libro de Dick, no sé qué opinar. Me temo que no hay para tanto. A fin de cuentas, siempre he sostenido que Blade Runner es bastante más buena como película que la novela en que se inspiró, pero si hay que incluir un Dick, tampoco está mal éste.

Finalmente, encuentro bastante discutible la inclusión de los dos primeros. Poul Anderson, que es relativamente bueno en el relato, no me acaba de convencer en la novela y sobre la novela de Bear no puedo opinar porque aún no me la he leído, pero por lo que sé, su inclusión es algo exagerada.

¿Nadie de la categoría de Disch, Silverberg o LeGuin? ¿Ningún megaclásico como Asimov, Heinlein, Pohl o Clarke? ¿Ninguna obra maestra como 1984 o ¿Un mundo feliz?? ¿Nadie de las nuevas hornadas (exceptuando a Bear) como Card, Benford, Brin, Willis, Cherryh o Tepper? ¿Ninguno apartado de la línea central, como los Strugatsky o Stapledon? ¿Ni una sola ucronía o distopía?

Toda lista tiene sus limitaciones y éstas crecen conforme su longitud decrece, eso está claro, pero me parece que la lista de The Times está bastante sesgada y no se ha confeccionado siguiendo un criterio demasiado serio.

Flujo: Cuentos sobre futuros humanos (Mapas en un espejo II) / Orson Scott Card

En esta segunda parte de la recopilación de relatos de Card se recogen algunas narraciones bastante buenas, en mi opinión.

"Mil muertes" es tal vez el relato sobre castigos más estremecedor que he leído. Su lectura puede llegar a producir náuseas, lo que no tiene nada que ver con su interés. En unos Estados Unidos dominados por los rusos, los disidentes políticos son ejecutados una y otra vez gracias a una moderna tecnología que permite revivirlos en cierta manera.

"Aplaudid y cantad" trata sobre un anciano inventor de una máquina en el tiempo que decide volver al pasado y tener un romance con una adolescente a quien en su día rechazó. Aunque las cosas no son tan lineales como parece.

"Paseador de perros" es un impactante relato cyberpunk algo alejado de las clásicas tramas de este género aunque con todos sus ingredientes, escenarios y jergas, con una narración ágil y un final dramático.

En "Tratamos de actuar como si no fuera así" se nos describe una sociedad completamente dominada por los medios de comunicación audiovisuales, en la que los ciudadanos están sobreprotegidos y completamente catalogados en grupos y en la que la soledad y ser un bicho raro son algo prácticamente inaceptable.

"Planeta inhabitable" trata sobre una Tierra futura en la que la guerra biológica entre rusos y americanos se ha descontrolado, llegando a situaciones verdaderamente delirantes. Dicho mundo recibe la visita de unos colonos de otros mundos descendientes de los terrestres que deben enfrentarse a una sociedad desquiciada y macarthista.

"Vida de perros" es tal vez el mejor relato de este libro. Trata sobre una raza de extraterrestres que han tenido que abandonar su mundo debido a una catástrofe cósmica y que buscan un nuevo cuerpo. Un enviado suyo a la Tierra para buscar receptáculos para estos seres deberá encontrarles un lugar sin alterar a los susceptibles seres humanos. El relato rebosa ironía y pone de manifiesto la soberbia de la raza humana.

Finalmente, "El Originista" es una novela corta escrita como homenaje colectivo de una serie de escritores a Isaac Asimov y su mundo. Aunque Card se muestra muy poco partidario de explotar los universos-franquicia de otros escritores, bastante en la línea del incombustible Platt, decide hacer aquí una excepción y nos explica cuál debió ser -en su opinión- el origen de la Segunda Fundación asimoviana.

En general, una buena recopilación de relatos, bastante bien construidos y entretenidos, la mayoría de los cuales son bastante agradables de leer (salvo tal vez el primero), a menudo repletos de sarcasmo e ironía.

15 enero 2009

El ahorcado: Cuentos de espanto (Mapas en un espejo I) / Orson Scott Card

Debo reconocer que lo que he leído de Orson Scott Card en novela me ha gustado siempre, con mayor o menor intensidad, aunque me queda por leer todavía una parte significativa de su obra. Pero hasta ahora no había leído nada de su narrativa breve y ha sido una doble sorpresa.

Por un lado, una grata sorpresa, porque me gusta. Tiene un estilo moralizante sin llegar a ser maniqueo. Por otro, una lamentable sorpresa al ver que el libro en que se han recogido sus relatos ha sido fraccionado en cinco volúmenes en su edición de bolsillo. Teniendo en cuenta que inicialmente se publicó en uno solo, me parece una soberana tomadura de pelo y un agravio para nuestros bolsillos y para nuestras estanterías.

No obstante, la queja parece que no sirve de gran cosa con esta editorial, que ha convertido en lucrativa política esto de dividir los libros que prevén que se venderán bien, con la clara finalidad de estrujar los bolsillos de los potenciales lectores.

En lo que respecta a los relatos, el primer volumen agrupa las narraciones que podríamos catalogar como horror fantástico, que no terror, pues hay otros relatos en posteriores volúmenes bastante más melodramáticos.

"Euménides en el lavabo del cuarto piso" es un relato que trata sobre la culpa que experimenta un manipulador nato cuando se da cuenta de que ha ido demasiado lejos en sus tácticas y se ve atormentado, como en la mitología griega, por unas modernas Euménides o Furias en forma de bebés monstruosos.

En "Finiquito", a Card se le ve la vena más conservadora cuando nos presenta como algo verdaderamente espantoso, un matrimonio que no ha podido tener hijos. No obstante, el planteamiento es bastante original.

"Ejercicios de respiración profunda" es un curioso relato sobre el mito de Casandra actualizado. En este caso, un individuo descubre que cuando las respiraciones de todas las personas presentes en un lugar se acompasan, sobreviene la catástrofe.

"Criadero de gordos" es un relato escrito casi como terapia psicológica y versa sobre la obesidad y sobre una moderna tecnología que permite disponer de un nuevo cuerpo al que poder maltratar ilimitadamente. Por la temática, me recuerda un poco a "El tratamiento del mono" de George R. R. Martin.

"Bajo la tapa" es una narración que nos describe una sociedad futura decadente que se entretiene viajando en el tiempo de manera segura para experimentar la muerte, a costa de torturar a indefensos sujetos.

"Juegos de carretera" es una versión más suave del clásico relato de Matheson del diablo sobre ruedas. Un individuo descubre a raíz de un macabro juego del gato y el ratón en una autopista que es un monstruo. Pero siempre hay un pez más grande...

"Sepulcro de canciones", con unas ciertas reminiscencias a "La nave que cantó" de Anne McCaffrey nos cuenta la inquietante experiencia de un psicólogo y su paciente, una niña discapacitada que dice estar siendo abducida por una inteligencia extraterrestre. Lo más interesante del relato, a parte de la brillantez con que construye la trama y los personajes, es la imposibilidad de determinar la veracidad de la afirmación de la protagonista.

En "Censura previa", se nos describe un nuevo caso de patrulleros del tiempo, en este caso dedicados a controlar la obra de los escritores, quienes aún sin pretenderlo, pueden acabar desencadenando tremendos conflictos en el futuro. El relato es un canto a la capacidad de la literatura de incidir y cambiar la sociedad.

"El hombre cambiado y el rey de las palabras" es un complejo relato psicológico en el que se mezclan la informática, el tarot y la compleja psicología de una familia en la que padre e hijo son genios y que reedita el mito de Edipo de Tebas.

"Recuerdos de mi cabeza" trata sobre un matrimonio que ha dejado de funcionar y que, no obstante, sobrevive. Está narrado desde una perspectiva muy original y acepta una doble lectura sobre el tema del suicidio.

Finalmente, "Niños perdidos" nos recuerda indefectiblemente a El sexto sentido y trata sobre la desaparición de unos niños en una pequeña ciudad norteamericana. Tal vez lo más curioso del relato es que está narrado en primera persona y en él se mezclan la ficción y la autobiografía. Tal vez por ello, el autor tuvo que aclarar en una apostilla que se trataba de una historia ficticia, a pesar de que el resto de personajes eran reales.

Las narraciones se acompañan de una breve explicación sobre cada una de ellas y sobre su génesis, cosa siempre de agradecer cuando se desea profundizar algo más en el análisis de los textos.

Orson Scott Card es un caso interesante dentro de la ciencia ficción moderna. Por un lado, es uno de los pocos casos de escritores del género que es creyente (concretamente, mormón). Además, sus orígenes literarios provienen del teatro, no de la narrativa, cosa que le confiere a sus narraciones un estilo especial.

Tal vez donde más se nota este origen dramatúrgico es en la conexión empática que se establece entre el protagonista y el lector, así como en la resolución de las tramas que, a menudo suele ser catártica y hasta cierto punto moralizante.

14 enero 2009

Cuando los osos descubrieron el fuego / Terry Bisson

Interesante, aunque algo irregular libro de relatos de un desconocido Bisson (al menos en nuestro país) publicado en la colección Runas de Alianza Editorial. Contiene relatos que van desde lo exquisito, como los premiados "Cuando los osos descubrieron el fuego" o "Macs" hasta otros que bien podríamos relegar al olvido.

"Cuando los osos descubrieron el fuego", relato que da nombre a la recopilación, fue el ganador de los premios Hugo, Nebula y Locus y trata dos historias interrelacionadas: la soledad y el aislamiento de la vejez de una de las protagonistas, junto al descubrimiento del fuego por parte de los osos, hecho aceptado con total indiferencia por parte de la Humanidad.

Otro de los grandes relatos contenidos en este libro es "Macs", ganador de los premios Locus y Nebula y que trata acerca de una peculiar y espeluznante concepción de la venganza y de la pena de muerte.

Uno de mis favoritos es el curioso, aunque algo previsible, "El primer fuego", un relato de ciencia ficción antropológica, en la línea del "Los nueve mil millones de nombres de Dios" de Arthur C. Clarke, con un cierto toque a leyenda animista tribal.

También aparece la clásica temática del viaje por el tiempo, como en el interesante "Incidente en Oak Ridge", una historia ligada a la II Guerra Mundial y la proyecto Manhattan, o en la más intrascendente "Dos chicos del futuro", sobre una artista supuestamente genial que recibe la visita de unos compradores del futuro.

Otro relato que también va sobre el tiempo es el relato "10:07:24", una boutade corta acerca de la ciencia ficción y un universo en que el tiempo funciona de manera diferente a la del nuestro.

Y para acabar con los relatos temporales, los curiosos y bastante interesantes "Palabra de boy scout" y "No hay muertos". El primero, trata sobre la vida del último neanderthal y un estudioso que viaja al pasado para documentarlo. El segundo, sobre el fugaz paso de los años y sobre la posibilidad de recomenzar todo de nuevo.

Otro relato bastante impactante es "Necronautas", en el que un pintor ciego se verá trasladado al reino de los muertos mediante un sofisticado sistema tecnológico que le permitirá percibir una nueva realidad.

"La curva del muerto" es una revisitación al clásico relato de fantasmas de muertos en accidentes, con un toque de tuerca adicional y con el añadido de la búsqueda desesperada de aquello que se ha perdido.

En tono de denuncia social, encontramos los relatos "El rodillo" (sobre la indiferencia a la destrucción del medio ambiente) y "Dígales que la están jodiendo todos y se vayan a la mierda", sobre un peculiar mensaje extraterrestre que nadie parece querer entender, que va sobre el hacer oídos sordos a la realidad que no nos interesa, tema de rabiosa actualidad, por desgracia.

Con un toque humorístico, aunque sin demasiada relevancia están "Son todo carne", "El show de Joe" (un ligue masivo y simultáneo de una entidad estraterrestre con un montón de mujeres) y "Él quería a Lucy", que nos cuenta los problemas que puede acarrear enamorarse de un sistema de reconocimiento de voz demasiado avanzado.

En un plano más nostálgico tenemos "Canción auténtica de la Antigua Tierra", que trata sobre unos músicos ambulantes en una despoblada Tierra y "En esta Virginia, no", carente de elementos fantásticos, bastante en la línea de "Cuando los osos descubrieron el fuego".

Los tres restantes, en mi opinión, muy flojos: "En la Última Estancia", una especie de revisitación picante de Matrix, "El músico" y el, para mí, insoportable "Amoríos de oficina": debe ser deformación profesional, ya que soy informático.

En conclusión, un libro interesante, con buenos relatos, pero algo insatisfactorio por la flojedad de algunos de ellos. En cualquier caso, me alegro que las editoriales sigan atreviéndose a publicar libros de relatos y más, como es este caso, de autores desconocidos en nuestro país.

08 enero 2009

Harry Potter y las reliquias de la muerte / J. K. Rowling

Esta madrugada he podido completar una deliciosa tarea que tenía pendiente desde hace tiempo: la lectura de la última entrega de las aventuras de Harry Potter. Todo lo bueno se hace esperar y esto no ha sido una excepción.

Tras una lectura maratónica puedo decir que ha sido una experiencia fantástica. La lectura de toda la saga es un placer y este último libro satisface las espectativas, a pesar de que éstas tenían el listón bastante alto.

Ante todo, es una novela de aventuras más, pero con una evolución del personaje que alcanza la madurez de manera precipitada, ayudado de sus amigos y con algunas escenas realmente épicas: persecuciones de película, una batalla que tengo ganas de ver cómo quedará en la gran pantalla cuando la filmen, duelos entre magos y, por supuesto, mucha emoción.

Como en anteriores libros, algunos de los personajes mueren. Claro que, si empezáis por el final, ya veréis quién NO muere, lo cual es bastante tranquilizador. También os podéis hacer una idea de quién SÍ muere, como era de esperar.

El libro es literalmente apocalíptico: un verdadero libro de las revelaciones. Todos los secretos son desvelados y la trama se cierra magistralmente. Es evidente que la escritora había previsto el final desde el principio (o algo parecido), aunque también se nota un poco que trata de meter en la olla todos los ingredientes relacionados con novelas anteriores y que no siempre lo consigue del todo bien.

También se desvela el verdadero papel jugado por algunos de los protagonistas que en la anterior entrega nos habían dejado algo sorprendidos.

Pero en cualquier caso, es un digno colofón de una serie mítica de la fantasía moderna que marcará un antes y un después y que a pesar de las imitaciones surgidas, difícilmente podrán estar a su altura.

Destacaría sobre todo dos aspectos fundamentales de la saga de Harry Potter: la evolución de un personaje de orígenes más o menos humildes (como Voldemort) y cómo afronta la vida en función de su carácter y de la ayuda de sus amigos y el apasionante mundo mágico creado por la autora.

De hecho, para mí, es este mundo mágico, tan lleno de sorpresas y cosas maravillosas lo que más me atrajo desde el principio. Más que identificarme con el personaje, me ha fascinado cómo J. K Rowling ha combinado elementos muy manidos en la historia de la literatura fantástica para darles un aura de naturalidad, a la vez que de vividez increíbles.

En resumen, una lectura muy recomendable, que atrapará al lector desde el principio y que hará que le resulte notablemente difícil dejar el libro hasta su conclusión.