29 julio 2011

Oveja mansa / Connie Willis

Oveja mansa
Bellwether
Connie Willis
Ed. B., Col. Nova nº 99
Págs.: 270
1996



Oveja mansa es una interesante y entretenida novela de comedia de Connie Willis, con el estilo clásico e inconfundible de la autora, que explora el tema de la teoría del caos y de las modas, aportando multitud de detalles y reflexiones sobre el tema.

Willis consigue un producto acabado y bastante notable con esta novela, mucho más seria de lo que pudiera parecer por el simple hecho de estar narrada en clave de comedia, aunque tampoco se trata de un libro para reír. Como mucho, para sonreír de vez en cuando.

A Connie Willis le interesan multitud de temas y en esta ocasión ataca dos temas aparentemente poco relacionados: la teoría del caos, más propio de las matemáticas y las modas, más típico de la sociología, uniéndolas de manera bastante sugerente.

De manera colateral, también nos habla de las hadas madrina o de los ángeles de la guardia, en un sentido metafórico, claro, es decir, de esas personas especiales que acaban siendo el centro de todo, sin proponérselo, tanto para bien como para mal.

Hay que reconocer que alguno de los personajes es verdaderamente delirante y, al principio, le acabas cogiendo una cierta ojeriza, pero conforme se desarrollan los sucesos, queda patente su lado más humano.

En Oveja mansa hay menos "cháchara" de lo que suele ser habitual en algunas novelas de la autora, como es el caso de Por no mencionar al perro o en alguno de sus clásicos relatos navideños. La novela parece tener la extensión justa, la trama se desarrolla de tal manera que parece que no hay trama hasta que llegas al sorprendente y algo edulcorado final.

En fin, una buena novela y en mi opinión, uno de los mejores libros de comedia de la autora.

27 julio 2011

Al final del invierno / Robert Silverberg

Al final del invierno
At Winter's End
Robert Silverberg
Ed. B., Col. Nova nº 25
Págs.: 612
1990



Se trata de una interesante novela de Silverberg quien, como escritor experimentado, consigue interesar y entretener de principio a final. No obstante, encuentro que el libro es demasiado extenso para lo que explica y que deja muchos cabos sueltos, tal vez resueltos en la continuación que no ha sido publicada en español.

Al final del invierno trata de un mundo postapocalíptico peculiar. Cada pocos millones de años, una lluvia de cometas se precipita al interior del sistema solar, bombardeando la Tierra y colapsando las civilizaciones que hayan podido desarrollarse. En uno de estos ciclos, en el que los humanos se encuentran en la cúspide de la creación, éstos deciden preservar la vida inteligente en unas cápsulas subterráneas denominadas los capullos en las que viven unas cuantas personas regidas por costumbres atávicas y un estricto control de la natalidad.

La novela se inicia cuando el largo invierno producido por la caída de los cometas ha finalizado y la tribu que habita uno de los capullos decide aventurarse al exterior e iniciar la búsqueda de una mítica ciudad -Vengiboneeza- en donde según las crónicas ancestrales del Pueblo, hayarán la tecnología necesaria para reconstruir la civilización humana.

A lo largo del libro, se suceden las aventuras, de diferente signo. La tribu acaba dividiéndose, las costumbres cambian y el mundo se muestra en todo su esplendor... y en toda su crueldad, también. Varias sorpresas se irán sucediendo a lo largo de la trama y la acción concluye con una gran batalla con el correspondiente deus ex machina salvador.

La caracterización de los personajes es realmente buena, así como las descripciones del mundo que realiza el autor. No obstante, las diferentes tramas no acaban de ligarse y el final queda demasiado abierto. Asimismo, abundan los deus ex machina, que acaban siendo demasiado necesarios para justificar el avance de los hechos.

No obstante, la novela es muy interesante, entretiene y también invita a la reflexión sobre los ciclos de la naturaleza, especialmente sobre la muerte y el final de las civilizaciones.

26 julio 2011

Los creadores de Dios / Frank Herbert

Los creadores de Dios
The Godmakers
Frank Herbert
Ed. B., Col. Nova nº 3
Págs.: 225
1988



Como comentaba en un post anterior, la relectura de este libro me produjo la profunda sorpresa de darme cuenta que no recordaba absolutamente nada de la primera vez que lo leí, hasta el punto de hacerme plantear si realmente me lo había leído. Podríamos decir que el libro ha envejecido mal o que mi memoria es defectuosa o ambas cosas.

El personaje central del libro, bastante plano, por cierto, es Lewis Orne que pasa de ser un bisoño agente de una agencia galáctica destinada a mantener la paz a convertirse, ni más ni menos, que en un dios. Sí, sí, un dios, con todas las de la ley.

Orne atraviesa una etapa tras otra, primero como agente de campo de la burocracia galáctica, para convertirse luego en el centro de una conspiración política urdida siglos ha y para acabar viajando finalmente al planeta Amel, sede de todas las religiones de la galaxia, en donde atravesará una extraña -y poco creíble ordalía- que lo acabará convirtiendo en un dios.

La idea en sí es buena, aunque las diferentes partes de la novela no acaban de encajar bien. Inicialmente para el clásico tema del emperador de todas las cosas en que un aparentemente humilde humano acaba siendo el centro del Universo. Pero después empieza a entremezclarse política y religión. Sobre todo religión.

La novela contiene algunas ideas interesantes, como que tratar de extirpar por la fuerza los elementos violentos no es buena idea a largo plazo, pero no tiene mucha más consistencia que eso.

El tema central de la novela, la religión y la génesis de un Dios, es poco creíble y deja
bastante frío. En fin, en mi opinión, una novela menor de Herbert si la comparamos con la monumental Dune.

20 julio 2011

Hasta donde alcanza la memoria

Acabo de "releerme" Los creadores de Dios, una de las novelas "menores" de Frank Herbert y me ha sucedido algo muy curioso: no recordaba absolutamente nada de nada de la trama, ni de los personajes: ni un sólo detalle. De no saber con total seguridad que me lo había leído hace unos veinte años, hubiera jurado que no me lo había leído nunca.

De hecho, sí que tenía un vaguísimo recuerdo del final, pero nada más. Y aún así, era verdaderamente borroso y muy poca cosa. La verdad es que no me había sucedido nunca hasta ahora. En general, recuerdo bastante bien o mantengo en la memoria tramas o detalles o nombres de algunas de las primeras novelas que leí, ya sea porque ahí se han quedado, ya sea porque posteriormente las he releído o he visto alguna versión cinematográfica de éstos.

Sí que me había sucedido algo parecido con algún relato, pero lo atribuyo a que los relatos suelen ser mucho más cortos que las novelas y he leído muchísimos. Supongo que no es fácil retener todos los detalles. Pero hasta ahora no me había sucedido con una novela.

En cambio recuerdo bastante bien las primeras novelas que leí: La trilogía de las Fundaciones, Yo, robot o El fin de la eternidad, de Isaac Asimov, Cánticos de la lejana Tierra, 2001: Una odisea en el espacio, 2010: Odisea dos de Arthur C. Clarke, Nuestros amigos de Frolik 8, de Philip K. Dick, La nube negra, de Fred Hoyle, El juego de Ender, Crónicas marcianas, de Ray Bradbury o Dune, de Frank Herbert.

En fin, alguna vez tenía que suceder. Espero que no sea un caso cada vez más frecuente, o tendré que empezar a preocuparme por mi memoria...

18 julio 2011

La telaraña entre los mundos / Charles Sheffield

La telaraña entre los mundos
The Web between the Worlds
Charles Sheffield
Ed. B., Col. Nova nº 21
Págs.: 368
1989



La telaraña entre los mundos es una clásica novela de ciencia ficción hard, con bastante sentido de la maravilla, bastante típica de Sheffield, que empieza repitiendo un poco el modelo de Entre los latidos de la noche, aunque vira rápidamente por otros derroteros.

La novela trata acerca de la construcción de un ascensor espacial, de la minería asteroidal, del abuso de las drogas y de los límites éticos de la ingeniería genética y de la medicina a la hora de curar enfermedades. Es todo eso y mucho más, con una gran profusión de ideas y muchas descripciones técnicas de esas que hacen posible el sentido de la maravilla y consolidan esta novela dentro del grupo de la literatura de ideas.

Ahora bien, la mayor parte de los personajes son bastante planos y previsibles y, curiosamente, el más interesante de ellos, a mi parecer, no es ningún humano sino el cefalópodo inteligente Calibán, ligado a una especie de inteligencia artificial.

Por otro lado, algunos de los personajes rozan el arquetipismo, como el médico-biotecnólogo, que no sólo es malo-malísimo, sino que el autor ni si quiera se molesta en hacer que te caiga mínimamente bien.

En fin, que la novela tiene algún misterio que luego resulta ser un tanto decepcionante y que es interesante si se tiene interés por la Física, pero que en el resto de los casos, puede llegar a ser algo aburrida, a pesar de los intentos de interesar a partir de la descripción de mundos más o menos exóticos.