05 diciembre 2018

Árboles luminosos


Hace poco leí que había en marcha un proyecto para conseguir árboles bioluminiscentes, que se plantarían en las calles de las ciudades, para iluminar y sustituir de manera –más o menos- natural la iluminación artificial y así ahorrar energía y ayudar a combatir el cambio climático.

Una idea original, desde luego. Lo primero a lo que que me recordó fue –indefectiblemente- a los árboles que aparecen en el Silmarillion de J.R.R. Tolkien conocidos como Laurelin y Telperion, el árbol dorado y el árbol plateado, que iluminaban Valinor antes de la “creación” del sol y de la luna.

También me recuerda un poco a alguno de los fascinantes mundos de George R. R. Martin y sus deliciosos xenomorfos, con bioluminiscencias nocturnas (“Esa torre de cenizas”,”This Tower of Ashes”,1976). Y desde luego, no podemos ignorar el reino por excelencia de las bioluminiscencias: el fondo de los océanos.

No sé si la idea prosperará desde un punto de vista práctico (¿tendrán suficiente potencia lumínica?) o si no habrá una reacción furibunda por parte de los contrarios a la manipulación genética. Quizá la cosa no pase de un nuevo modelo de árboles navideños más o menos originales. Lo que está claro es que el futuro será bastante más extraño de lo que somos capaces de imaginar ahora mismo.