29 febrero 2016

Visiones 2014



Quisiera comentar tres relatos contenidos en la antología Visiones 2014 que me han llamado la atención, por uno u otro motivo.

Comenzaremos con el relato “Güijas cuánticas y bufandas del Atleti” de Pedro López, en el que se nos habla de una moderna tecnología cuántica que permite a los vivos comunicarse con aquellos seres queridos que perdieron hace tiempo.

Curiosamente, el relato, más que entrar en ñoñerías emocionales se centra en el sentimiento de la venganza, con una cierta mala leche que lo torna bastante divertido, rayando en el humor negro.

“Hijos de Coubertin” de Antonio y Juan González Mesa es un gran relato sobre la evolución de la búsqueda de récords en el deporte olímpico que ya hoy día empieza a augurarse y que no deja de ser la evolución consecuente de los intentos de muchos “avispados” por conseguir ganar pruebas deportivas a costa de lo que sea.

El relato, además, se entremezcla con otros temas muy de actualidad, como la política mezclada con el deporte, el terrorismo y la perversión de los medios de comunicación.

Finalmente, en “Sabemos lo que te gusta” de Aitor Solar Azcona, nos encontramos cara a cara con algunas de las consecuencias que puede reportar el auge de las compras por internet y la cada vez menos cortapisas que tienen las grandes empresas que mueven montañas de información privada sobre sus clientes y que utilizan a discreción y de las nefastas consecuencias sobre la vida privada que pueden llegar a representar para todos nosotros.

25 febrero 2016

Correlaciones: el declive de las abejas melíferas



Vivimos tiempos convulsos. Seguro que si navegáis por internet habréis visto un anuncio de Greenpeace solicitando vuestra ayuda para combatir las supuestas causas que están llevando a la extinción a las abejas. En principio, al parecer, ciertos pesticidas.

La verdad es que no está claro si la disminución de las poblaciones de abeja melífera se deben al uso de pesticidas, al ataque de otras especies (como la avispa asiática) o a algún tipo de plaga bacteriana. Lo que sí que es cierto es que las poblaciones de abejas melíferas están disminuyendo alarmantemente.

A parte de la posible pérdida de biodiversidad, la extinción de la abeja melífera pondría en serios apuros la polinización de muchas especies, como es el caso de los frutales, y privaría a los humanos y a otros animales, como los osos, de un manjar como es la miel.

¿Qué tiene que ver esto con la ciencia ficción? Pues algo. Esto me hace pensar a veces en un poco conocido relato de Isaac Asimov titulado “¿Qué es el hombre?”, título sacado de una cita bíblica (“Y decidnos qué es el Hombre, Vos que cuidáis de él”) en el que habla de la posibilidad de crear unos microrobots en forma de pájaro o de insecto que podrían suplir la función de las abejas en un mundo en el que éstas se hubiesen extinguido.

Esperemos que no tengamos que llegar a esos extremos y que podamos seguir disfrutando de unos animalitos que llevan millones de años sobre la faz de la Tierra con notable éxito evolutivo.

22 febrero 2016

En el nombre del Señor



En la colección de relatos Mariposas del oeste y otros relatos podemos encontrar el magnífico relato de Javier Castañeda de la Torre, “El traductor de Dios”.

En él se nos describe un mundo ucrónico de corte casi mágico en el que la ciencia que rige es de corte cabalístico y las cosas funcionan mediante permutaciones de nombres de naturaleza divina.

Se trata de un relato muy rico en detalles, realmente absorbente y conmovedor que nos cuenta una historia de superación, pero también de dominio de una sociedad sobre otra, que nos recuerda y mucho al actual conflicto entre israelíes y palestinos, en este caso, con mayor trascendencia, ya que lo que está en juego no es una política de supremacía política sino científica, de la realidad misma.

La lectura de este relato me recordó inevitablemente a “Setenta y dos letras”, de Ted Chiang, ya que tiene una cierta serie de elementos comunes, como la realidad alternativa y la preeminencia cabalística sobre la de la ciencia occidental. No sé si el primero se ha inspirado en el segundo, pero en todo caso son registros bastante diferentes. Muy recomenadable de leer.

17 febrero 2016

Marte a la vista



Una de las películas de ciencia ficción que he visto recientemente y que me ha gustado bastante es Marte, protagonizada sobre todo por el actor norteamericano Matt Damon.

En la película, Damon, que hace de astronauta en misión de investigación en el planeta Marte, queda aislado del resto de la tripulación que debe abandonar precipitadamente el planeta debido a una furibunda tormenta de polvo. A Damon lo dan por perdido y, de hecho, pasa un tiempo hasta que en la Tierra se enteran de que realmente está vivo.

El astronauta tiene que sobrevivir utilizando su ingenio y sus múltiples habilidades científicas hasta que una futura hipotética misión pueda volver a rescatarlo.

La verdad es que, a parte de alguna astracanada exagerada muy propia de Hollywood, la película sigue muy bien los cánones de la ciencia ficción hard y es bastante creíble. Ya digo, salvo algunos “detallitos”, donde se nota el intento de lograr un mayor dramatismo de la trama.

También son bastante de agradecer algunos toques de humor verdaderamente deliciosos.

La película está basada en el libro El marciano de Andy Weir, tras cuyo éxito de ventas fue llevada al cine por Ridley Scott, con el título de The Martian.

15 febrero 2016

Correlaciones: El retorno de la Gallina



Hace poco nos enteramos de que la Universidad de Maastricht (Holanda) había desarrollado una hamburguesa sintética a base de células madre de vaca, lo que es un primer paso para prescindir del sacrificio de animales en el futuro, aunque de momento, la hamburguesa ha tenido unos costes de desarrollo enormes.

Ahora, Israel, concretamente la Universidad de Tel Aviv, planea producir carne pollo también a base de células madre. Ello me ha traído –inevitablemente- a la memoria la famosa “gallina” que aparece en Mercaderes del espacio, de Frederik Pohl, una masa de carne informe sin órganos que va creciendo en una fábrica y de la que van obteniendo el material comestible. La pregunta es: ¿será kosher?

Hay una versión televisiva con temática similar en Torchwood, en el capítulo de la segunda temporada titulado “Carne” (“Meat”).

La noticia también tiene una cierta resonancia con las fábricas CHONS que aparecen en los libros finales de la Serie de los Heechees, también de Frederik Pohl, en las que los alimentos del futuro son producidos directamente en unas fábricas especiales a partir de los constiuyentes básicos de la materia orgánica,a saber: C(Carbono), H(Hidrógeno), O(Oxígeno) y N(Nitrógeno), amén de otros elementos minoritarios.

Lo cierto es que si en el futuro se logra sintetizar comida a partir de componentes inertes a un coste energético razonable sería un enorme avance para evitar tener que sacrificar animales, cosa especialmente de agradecer para todos aquellos a quienes nos apena su sacrificio pero, aún así, somos carnívoros.

Por otro lado, posiblemente también sería un avance ecológico notable, ya que los ganados de todo el mundo consumen ingentes cantidades de agua y otros recursos y producen gases invernadero.