23 junio 2011

La frontera en la ciencia ficción

El otro día estuve en una interesante conferencia en la que se hablaba sobre el concepto de frontera, cosa que más tarde me llevó a pensar en este concepto en el mundo de la ciencia ficción.

Uno de los primeros relatos que me vino in mente fue "Nuestra Señora de la máquina" ("Our Lady of the Machine, 1994) de Alan Dean Foster (contenida en Premio UPC 1993, Ediciones B), una historia ambientada en una futura frontera México-Estados Unidos bastante diferente de la actual, conocida como "Franja Montezuma" en la que se desarrolla todo tipo de negocios, más o menos diversos, a caballo de ambos estados y de una gran magnitud económica.

Se trata de un concepto de frontera difusa, con un potencial económico en desarrollo y muy alejada del concepto de frontera militar clásica o de frontera diluida, como las que tenemos entre los diversos estados de la Unión Europea.

Naturalmente, la ciencia ficción más clásica ofrece fronteras más clásicas, de esas que son rígidas, inamovibles y que incluso contienen una zona neutral. Este es el caso de la serie televisiva Star Trek en la que la Federación mantiene unas rígidas fronteras militarizadas con el Imperio Klingon y el Imperio Romulano.

No obstante, a lo largo de las diferentes series, la frontera Klingon sufre una evolución: tras la firma del tratado de paz de Kitomer, ésta se desmilitariza y desaparece la zona neutral entre la Federación y los klingon.

Más adelante, en Star Trek: Espacio Profundo 9, en uno de los capítulos sobre las Guerras Dominion, podemos ver cómo la frontera entre Bajor y el Dominion (el Agujero de Gusano) no sólo se militariza, sino que se mina completamente.

Las historias de Espacio Profundo 9 tienen un cierto regusto a las historias del oeste, en que la acción sucede en los límites mismos del espacio conocido, "allí donde se forjan los héroes", como dice uno de los protagonistas en el primer capítulo.

Así pues, encontramos básicamente dos tipos de frontera: la clásica militar o política, bien delimitada y con estados potentes detrás y la frontera difusa, como motor económico y en la que la soberanía de los estados parece ser una cuestión menor.

Y por supuesto, nos queda también la "última frontera", aquella que lleva la acción a los límites del Universo, la que hace cierto aquello de que "sólo el cielo es el límite" y que en algunos casos incluso llega a materializarse como una frontera física real, como es el caso de la "infame" Star Trek 5: La última frontera, en la que los protagonistas buscan el Paraíso en el centro de la galaxia, tras la Gran Barrera.

21 junio 2011

Entre los latidos de la noche / Charles Sheffield

Entre los latidos de la noche
Between the Strokes of the Night
Charles Sheffield
Ed. B, Col. Nova, nº 4
Págs.: 300
1988



Estamos ante una novela de corte clásico, en la que abunda el sentido de la maravilla, las sorpresas tecnológicas. Aunque los personajes son arquetípicos, no por ello deja de ser una novela muy interesante.

Narrativamente la novela tiene lugar en un futuro cercano, en que el hombre ha empezado la construcción de estaciones espaciales autosostenidas (arcologías) y el cambio climático es un hecho más que notable, cosa que origina una gran tensión política y militar entre las potencias terrestres.

Acto seguido, la novela salta a un futuro lejano en un planeta remoto con la desaparición de los personajes principales, que son sustituidos por otros más jóvenes y muy diferentes, aunque en la parte final de la novela, ambas líneas confluirán.

En la novela, se nos presentan conceptos como las arcologías, la hibernación (animación suspendida), la percepción alterada del tiempo y el uso de estas tecnologías para "viajar" al futuro.

Aunque en su base se trata de una novela de aventuras más o menos entretenida, tal vez lo más remarcable es su uso de unas cuantas ideas más o menos novedosas para plantearnos cuestiones importantes como qué es ser humano.

Asimismo, también nos presenta de manera bastante sucinta, eso hay que admitirlo, otras inteligencias extraterrestres más o menos exóticas, con un cierto regusto a El mundo al final del tiempo de Frederik Pohl o a La nube negra de Fred Hoyle.

A mí, personalmente, lo que más me gusta es que una novela de "sólo" 300 páginas pueda ser tan interesante. Por desgracia, ya no se escriben novelas así. Actualmente se estilan tochos tres veces más voluminosos, con la mitad de ideas que acaban siendo soporíferos por la cantidad de paja que contienen.

Me deja, pues un buen sabor de boca, aunque el final es demasiado abierto para mi gusto.

15 junio 2011

La gente del margen / Orson Scott Card

La gente del margen
The Folk of the Fringe
Orson Scott Card
Ediciones B
Colección Nova CF, nº 45
1992
317 págs.



La gente del margen es un fix-up de relatos y novelas cortas del escritor norteamericano Orson Scott Card. Se trata de una serie de historias ambientadas en una Norteamérica postapocalíptica en que la civilización ha colapsado tras la guerra y el clima ha cambiado.

Los relatos pueden leerse independientemente, aunque es mejor leerlos todos seguidos, pues se obtiene una visión mayor de conjunto y la historia adquiere todo su sentido.

El mundo que describe Card es un mundo triste y algo gris, muy melancólico, en el que la civilización está intentando ser preservada por la comunidad de mormones de la zona de Utah. Se ha creado un nuevo estado -Deseret- al tiempo que los Estados Unidos de América son sólo un recuerdo lejano.

Lejos de hacer proselitismo (Card es bien sabido que es un mormón practicante), el autor tiene una cierta mirada crítica hacia el exceso de celo de las comunidades mormonas, que ve como excesivamente cerradas y endogámicas y la falta del sentido del humor de buena parte de ellos.

En cualquier caso, se trata de un típico libro de Card, en el que el centro de las historias son los sentimientos de los personajes, habitualmente tristes o trágicos, pero siempre con un transfondo de optimismo y esperanza.

En "Oeste" ("West", 1987), Card narra la historia de un variopinto grupo de mormones que se dirigen hacia Utah, la nueva tierra prometida, huyendo de la barbarie y la decadencia de la civilización, atravesando territorios desconocidos y llenos de peligros, guiados por un personaje cargado de dolor por su tormentoso pasado.

En "Recuperación" ("Salvage", 1986) se nos cuenta la alienación sufrida por un no mormón cuando descubre que él no podrá formar parte de la comunidad y que en cierta manera ha sido excluido de ésta.

"El margen" ("The Fringe", 1985) es la historia de un profesor paralítico, casi la viva imagen de Stephen Hawking, con su ordenador parlante, que debe escoger entre tolerar el negocio del mercado negro de la comunidad en que reside o sufrir las consecuencias de ser virtuoso y de denunciar los tequemenejes de los jerifaltes locales.

"Teatro ambulante" ("Pageant Wagon", 1989) es una historia coral de una familia que se dedica al negocio del teatro ambulante, tal y como si de un circo se tratase, que congregan a las gentes de los pequeños pueblos y les hacen sentir por un rato que forman parte de algo mayor. También es la conclusión de la historia de uno de los personajes que se ha ido explicando a lo largo de los anteriores relatos.

"America" ("America", 1987) es un relato algo diferente. Se encuentra más en el futuro y representa, en cierta manera, el fracaso del estado mormón, que tiene que pactar su existencia con los nuevos conquistadores: los nativos americanos. Es una historia especial, centrada en el Brasil preapocalíptico, entre un adolescente y una mujer madura destinados a convertirse en los padres del nuevo dios-caudillo que unirá a los pueblos indígenas de América. Es también la única historia en que la fantasía asoma vagamente.

En general, es un libro que se lee bien, que hará las delicias de los seguidores de Card -que son muchos- y que deja un buen recuerdo y ganas de más historias de las gentes del margen.