Correlaciones: Islas en la red
Silicon Valley nos ofrece
una curiosa e interesante propuesta: construir ciudades flotantes en medio de
las aguas internacionales y convertirlas en verdaderas naciones, no dominadas
por ningún estado actual.
Concretamente, quien
quiere tirar el proyecto adelante es una ONG denominada Seasteading
Institute. En estas ciudades se podría investigar, innovar y
contratar mano de obra cualificada inmigrante (de hecho, todos serían
inmigrantes) sin ninguna de las restricciones que actualmente existen en la
mayoría de países de la Tierra.
La idea me recuerda
indefectiblemente a la novela cyberpunk: Islas en
la red, de Bruce Sterling, publicada hace ya bastantes añitos, pero
que sigue estando de rabiosa actualidad. Allí, los habitantes de las “islas”
serían opositores al sistema.
De hecho, no es la primera
iniciativa de estas características. Se habla también de una nación en el
espacio denominada Asgardia.
Los intentos de crear
zonas del planeta fuera de las leyes internacionales existe desde hace bastante
tiempo. Tampoco hay que ir tan lejos. Por ejemplo, en Europa tenemos el caso de
Transnistria, una extraña franja de terreno que nominalmente pertenece a
Moldavia, pero que realmente campa a sus anchas.
En Transnistria se han
desarrollado experimentos sobre genética, por ejemplo, que están prohibidos en
otros países, pero que allí están tolerados. Realmente, se trata de un
verdadero agujero negro en el que las mafias de todo tipo viven sin necesidad
de ocultarse.
Obituario: Harlan Ellison
Acaba de fallecer a los 84 años el legendario escritor de ciencia ficción, Harlan Ellison, quien es sobre todo conocido por haber promovido la influyente antología de relatos de ciencia ficción:
Visiones Peligrosas.
A lo largo de su carrera, ganó en múltiples ocasiones los premios Hugo y Nébula y algunos de sus relatos, como “No tengo boca y debo gritar”, “¡Arrepiéntete Arlequín, dijo el Sr. Tic-Tac”, “Un muchacho y su perro” o “La bestia que gritaba amor en el corazón del Universo”, son considerados como verdaderos clásicos, hoy día, y ya entonces fueron realmente rompedores. No obstante, la mayor parte de sus relatos están inéditos en castellano.
Ellison también es conocido comno consultor o guionista en películas y series de ciencia ficción, como
Babylon 5 o
Star Trek, en donde fue autor del guión del episodio de la
Serie Original titulado “La ciudad al borde de la Eternidad”, considerado como uno de los mejores episodios, en el que aparece una jovencísima Joan Collins.
Resulta difícil realizar una biografía creíble del autor, ya que existen multitud de anécdotas apócrifas sobre su vida, siendo además un humorista irredento.Lo que está claro es que cada vez nos quedan menos voces de lo que fue la rica ciencia ficción del siglo XX.
Correlaciones: Bóvedas de acero
La ciencia ficción es
prolífica en la existencia de ciudades bajo cúpulas o incluso subterráneas.
Incluso de planetas enteros que son una ciudad, cuya actividad se realiza bajo
cubierto.
Así, Asimov, que era un
conocido agorafóbico, nos habla de una Tierra con ciudades subterráneas, o más
concretamente, cubiertas por “bóvedas de acero”, expresión análoga al título de
una de sus conocidas novelas de robots: Bóvedas de acero.
También de este escritor
es el constructo de Trántor, el planeta-capital del Imperio Galáctico que es
una enorme ciudad subterránea donde viven miles de millones de almas y que es
bastante bien descrito en alguna de las precuelas del Ciclo de las Fundaciones,
como en Preludio a la Fundación o en Hacia la
Fundación y que inspiraría el Coruscant de Star Wars
También en la serie de
Dune aparece un planeta altamente tecnificado que desarrolla
toda su actividad bajo tierra: se trata del mundo de Ix.
Incluso está el curioso
caso de Roma Eterna, de Robert Silverberg, que nos describe
una Roma clásica alternativa con un curioso submundo poblado de tenderetes,
personas y todo tipo de parafernalias.
Podríamos seguir así
bastante rato. Asimov se inspiró en las ciudades de Nueva York y Chicago para
sus bóvedas de acero, pero en nuestro mundo real, donde ya existen estos
constructos es en otra ciudad norteamericana: Toronto, la capital de Ontario
(Canadá).
La climatología de Toronto
en invierno es extrema. Hace muchas décadas que comenzaron a conectarse
subterráneamente muchas instalaciones del centro de la ciudad. A partir de eso,
se han desarrollado kilómetros y kilómetros de galerías subterráneas que, no
sólo conectan insfraestructuras superficiales, sino que ofrecen multitud de
tiendas y servicios en los propios subterráneos.
La necesidad se impone y
en una ciudad en la que en invierno nieva mucho y hace mucho frío, la
existencia de un “mundo interior” es una bendición para sus habitantes.