21 marzo 2016

Resucitando a Sapir-Whorf



Una de mis pasiones es la lingüística y una de las primeras cosas que leí sobre lingüística es sobre la hipótesis Sapir-Whorf, que de manera muy simplificada viene a decir que la lengua que hablamos condiciona o influye mucho en nuestras funciones cognitivas, tales como la conducta o incluso la personalidad.

Hoy día la hipótesis de Sapir-Whorf está bastante desacreditada entre los lingüistas, aunque sigue manteniendo una parte de lo que otrora fue una gran influencia.

En esta hipótesis se basan libros como Los lenguajes de Pao de Jack Vance, en donde un planeta sujeto al dominio de otra raza extraterrestre desarrolla varios lenguajes que les confieren la capacidad de poder enfrentarse a sus opresores, al cambiar la personalidad de los hablantes, inicialmente bastante proclives a la dominación.

Recientemente he leído un relato bastante interesante titulado “Prolang” de Ricardo Montesinos, contenido en la antología Terra Nova 3.

El relato se basa en una pareja que decide enseñarle un lenguaje especial a su hijo recién nacido, que acabará desarrollando unas percepciones de la realidad muy diferentes a las del resto de la Humanidad.

El cuento recuerda un poco también a uno de mis relatos favoritos: “Los primeros hombres” (The First Men, 1960), contenido en El filo del futuro, del escritor Howard Fast, en el que unos niños ya de por sí dotados, son educados en un entorno ideal y totalmente carente de prejuicios. No es la lingüística aquí el elemento central, aunque tiene unas ciertas reminiscencias. También aquí los niños acaban desarrollando una percepción del mundo algo distinta de la de los humanos normales.