26 febrero 2018

Azazel o vigila con lo que deseas



Azazel es un demonio o ángel caído, citado en el Levítico, correspondiente a las tradiciones hebrea, cristiana e islámica. De él se sabe poca cosa, como que vive en el desierto y que probablemente provenga de otras tradiciones religiosas.

El Azazel del que os quiero hablar, también es un demonio, aunque mucho menos trascendente. De hecho, es un personaje literario fantástico creado por Isaac Asimov en una serie de relatos suyos, en los que aparece un diminuto demonio concesor de deseos llamado Azazel.

La gracia del personaje en sí es que pone al descubierto la futilidad de los deseos humanos. Casi siempre acaba concediéndoles a los humanos solicitantes lo que piden, generalmente con consecuencias desastrosas o cómicas. Vaya, es aquello de: “vigila con lo que deseas no vaya a ser que se haga realidad”.

Una de las características de la concesión de los deseos es que Azazel (y el autor, claro) tiene bastante mala leche y a veces concede literalmente aquello que se le solicita. En otras ocasiones, la concesión del deseo, lejos de ser un bien, es una verdadera maldición.

Asimov no solía cultivar demasiado la literatura fantástica. Era mucho más prolífico en la divulgación científica o en la ciencia ficción, pero era bastante inhabitual en él, racionalista como era, escribir sobre fantasía pura.

De hecho, las veces que lo hacía, se acercaba más al género del terror o, en el caso de Azazel, del humor o de la sátira, que apreciaba enormemente. Aunque la producción de estos relatos no es enorme, al menos, pergeñó un personaje verdaderamente inolvidable.