29 septiembre 2016

Sumisión



Hay un relato, contenido en la antología Visiones 2015, titulado “El funcionario”, del autor italiano Massimiliano Malerba, traducido por Sofía Rhei que es bastante elocuente.

Admite varias lecturas. En la literal, se trataría de la relación entre un cazador y su presa, siendo ambos seres totalmente conscientes y racionales. Aunque se utiliza el símil del león y la gacela, a mí me recuerda más aquello de “homo homini lupus”: el hombre es un lobo para el hombre.

Lo cierto, es que el relato también admite lecturas más metafóricas, más profundas. Por ejemplo, la sumisión del que nada puede contra el poderoso, hasta el punto que el poderoso trata de convencerlo racionalmente que su depredación por parte de éste es un acto normal de la naturaleza y que ese constructo humano de la justicia social ni existe ni se la espera en este universo despiadado.

Reconozco que hace pensar bastante en la situación actual, en la que los ricos y los poderosos tienen cada vez más y exigen sacrificios muchas veces despiadados a los pobres, amparándose en una presunta superioridad intelectual o vital, como si por el hecho de ser poderosos el universo los hubiese colocado en una posición de superioridad moral ante la que los demás sólo pueden agachar la cabeza y transigir.