Grandes conspiraciones mundiales (por un módico precio)
Debo reconocer que las
grandes conspiraciones mundiales me tienen el corazoncito robado. Me cuesta de
entender que alguien en su sano juicio crea en esas tonterías mayúsculas, pero
cuanto más ridículas y absurdas sean, más seguidores parecen tener.
Veamos algunas de esas
conspiraciones que parecen sacadas de una novela de ciencia ficción de serie Z:
-
* La
conspiración de los chemtrails: alguien se dedica a fumigar a la Humanidad a partir
de los productos de deshecho de la combustión de los aviones, vaya, las estelas
de condensación. Ponen productos que esterilizan a la Humanidad. En otra
versión, en vez de reducir la natalidad, vuelven a los humanos más sumisos.
Teniendo en cuenta que existe el fútbol y las teleseries venezolanas, no veo la
necesidad de atontar a nadie con un procedimiento carísimo y de dudosa
efectividad. Sería más fácil echar algo en los depósitos de agua de las
ciudades o algo parecido.
-
* La
conspiración de los reptilianos: algunas personas tienen en su ADN presencia de
ADN reptiliano, que proviene de unos malvados extraterrestres que conspiran
para dominar la Humanidad. Los reptilianos son malos malísimos y sus
descendientes se encuentran entre los más sanguinarios y violentos. Muchos no
creen que descendamos de los primates evolutivamente y en cambio son capaces de
tragarse esto. Lo encuentro tan fascinante que se me erizan las escamas.
- * La clásica conspiración de los OVNIs:
los alienígenas nos visitan constantemente desde la prehistoria. Han
experimentado con nosotros y hasta nos ayudaron a construir las pirámides. Los
gobiernos lo saben pero por temor a que cunda el pánico, lo mantienen en
secreto. Después hay una teoría que dice que los americanos llegaron a un acuerdo
con ciertos alienígenas con los que intercambiaron tecnología a cambio de leche
de vaca. Impresionante: no me quito el sombrero porque temo que se me caiga la
cabeza.
- * El virus del SIDA fue creado en el
laboratorio para tocar las narices a los africanos y a los homosexuales. No
somos capaces de curar un puñetero resfriado y vamos a ir creando un virus tan
cabrón como el del SIDA. Una variante reciente de esta conspiración afirma que
Rockefeller patentó el virus zyka porque es más malo de la tiña y pretende
provocar una pandemia que reduzca la población mundial. Por lo visto los
Rockefeller no tienen otro pito que tocar que provocar pandemias que no matan,
pero bueno, alguien se las tenía que cargar. Me extraña que no hayan sido los
islamistas o los norcoreanos.
- * Hay conspiradores capaces de las
proezas tecnológicas más increíbles que uno se pueda imaginar, pero los
americanos no llegaron a la Luna. Sólo hay que ver la bandera americana
ondeando al viento y la ausencia de estrellas en las fotos en que aparece cielo
lunar. Supongo que el reflector láser que dejaron allá y al que cualquiera con
suficiente pericia puede enviar un rayo y recibirlo lo debieron dejar los
extraterrestres para hacer la puñeta. O igual lo tiró una sonda no tripulada en
paracaídas, que todo podría ser.
- * El cáncer se cura con el zumo de una
fruta tropical rara pero baratísima, pero las malvadas farmacéuticas no quieren
que lo sepas, no sea que les arruines sus tratamientos a base de quimioterapia
que, por cierto, son lo peor de lo peor, aunque salven un montón de vidas. Eso
es un detalle nimio, como el hecho de que “cáncer” es un término general. De
cánceres hay muchísimos tipos y dudo que se encuentre nunca un único fármaco o
sistema universal que los cure todos. Pero tú ve comiendo yoyobas de Sonora,
que seguro que te convertirás en inmortal, mientras los propietarios de las
malvadas farmacéuticas se chinchan y se arrugan.
- * Las radiaciones electromagnéticas del
móvil, de las wifi, etcétera son más malas que un pecado y producen todo tipo
de enfermedades y desórdenes metabólicos. Si fuese así, teniendo en cuenta su
proliferación, ya estaríamos todos muertos o brillaríamos en la oscuridad.
- * Los rusos tienen una máquina para
alterar el clima, capaz de producir tornados, ciclones y todo tipo de
malvestades atmosféricas, que usan, sobre todo, contra sus seculares enemigos
los norteamericanos. Cuando Putin se enfada, se desahoga provocando un tornado
sobre Oklahoma o un tifón sobre las Filipinas. Espero que no padezca nunca de
úlcera de estómago.
Bueno, hay muchas más,
pero la cosa ya aburre, aunque hay que reconocer que algunas conspiranoias son
bastante entretenidas. No merece la pena intentar desacreditarlas, porque los
creyentes devotos suelen ser bastante fanáticos y no aceptarán ninguna
evidencia en contra de sus creencias favoritas. En fín, que ustedes lo
conspiren bien. Y recuerden: cuando alguien cree en una conspiración, casi
siempre resulta ser falsa y en las conspiraciones reales, rara vez suele creer
nadie.
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