21 enero 2013

Cuánto espacio desaprovechado



En la película Contact, basada en la obra homónima de Carl Sagan, la protagonista, Eleanor Arroway dice, en referencia a la enormidad del Universo y la posibilidad de que haya vida inteligente en algún sitio, “Si no hay vida inteligente, ¡cuánto espacio desaprovechado!”.

Parece ser que las últimas estimaciones sobre la cantidad de exoplanetas existentes en nuestra galaxia de un tamaño similar al de la Tierra es muy superior al esperado. Concretamente, habría una cantidad ingente de planetas potencialmente similares a la Tierra en la zona habitable de sus respectivos sistemas estelares, cosa que podría convertir la existencia de vida –y en último término, de vida inteligente- en algo común en nuestra galaxia.
Vaya, que la ecuación de Drake, que sirve para estimar el número de civilizaciones extraterrestres en nuestra galaxia podría arrojar un número bastante elevado. Naturalmente, sigue viva la incógnita de cuál es la probabilidad de que un sistema potencialmente habitable desarrolle vida y, posteriormente, vida inteligente. Eso aún no lo sabemos, porque la única vida que hoy por día conocemos se encuentra toda en un solo planeta: la Tierra. Nuestro planeta.

Tal vez el Universo esté rebosante de vida, pero la vida inteligente sea extremadamente rara. O puede ser todo lo contrario: que haya civilizaciones extraterrestres a la vuelta de la esquina.

En todo caso, se nos presenta la temible paradoja de Fermi: “Si hay tantas civilizaciones inteligentes, ¿dónde están? ¿Por qué no nos visitan o se ponen en contacto con nosotros?”.

Una posibilidad optimista es que tal vez no nos han detectado. O tal vez sus métodos de comunicación son muy diferentes de los nuestros. Tal vez la comunicación sea imposible o muy dificultosa, como exponía en muchas de sus obras Stanislaw Lem. O tal vez estamos en una zona poco poblada.

Y en el “peor” de los casos, tal vez estemos solos. Entonces, somos mucho más raros y valiosos todavía y, visto por el lado positivo, tenemos mucho espacio por recorrer y la galaxia nos está esperando. Quién sabe. Pero visto el ritmo a que se van descubriendo exoplanetas, cada vez más pequeños y similares a la Tierra, no me extrañaría que muy pronto descubramos que la vida es más común de lo que nos esperábamos, aunque otro cantar seea la vida inteligencia.

De momento, nuestros oídos cósmicos, el proyecto SETI, no ha detectado gran cosa. Aunque en comparación con lo que se investiga en otras áreas del conocimiento, la búsqueda de señales alienígenas ni está muy extendido ni está muy de moda. En una época de recortes en todos los programas de investigación básica, los proyectos tipo SETI tienen todas las de perder.