01 junio 2007

La importancia de ser una vieja gloria

Al parecer, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha contratado los servicios de algunos escritores de ciencia ficción con el propósito de que ayuden –se supone que con sus ideas- a proteger al país de todo tipo de ataques. Entre el grupo de distinguidos escritores se encuentran autores como Jerry Pournelle, Greg Bear o Larry Niven.

¿Os suena? ¡Por supuesto! Es una de las subtramas de la novela de ciencia ficción Ruido de pasos de, ¡tachán, tachán! Larry Niven y Jerry Pournelle. En ella, el gobierno norteamericano debe enfrentarse ante una invasión extraterrestre y crea un grupo compuesto por escritores de ciencia ficción para que les ayude.

Nuevamente, la realida supera a la ficción. Claro que tampoco es nada nuevo. Niven y Pournelle ya ayudaron a la administración Reagan a divulgar y promover la Iniciativa de Defensa Estratégica –alias “Guerra de las Galaxias”- actuando como “guionistas” a la hora de hacer proselitismo del proyecto y de vender sus bondades al “mundo libre”.

En cualquier caso, consideraciones políticas aparte, parece que ser escritor de ciencia ficción en algunos países no sólo está bien visto sino que, encima, puede reportar pingües beneficios.

Me imagino qué diría la prensa española si al ministro de Defensa le diese por implantar una medida similar y contratar a nuestros autores patrios como asesores contra posibles amenazas para la seguridad nacional. Me temo que el cachondeo estaría asegurado por bastante tiempo.

En fin, otra diferencia a tener en cuenta entre la “vieja Europa” y los Estados Unidos. Allí parece que ha cuajado más en algunos campos el viejo dicho del mayo del 68 de “la imaginación al poder”. Para que luego digan.